El ascenso global de los seguros cautiva impacta en la gestión del riesgo corporativo
En un escenario global donde las primas se encarecen, los riesgos se multiplican y las aseguradoras usan una vía para retomar el control de sus costos.
Noticias RCN
09:50 a. m.
En los últimos años, las aseguradoras cautiva pasaron de ser un recurso utilizado por conglomerados multinacionales a convertirse en una pieza central de las estrategias de gestión de riesgo en empresas de todos los tamaños.
De acuerdo con un informe de Risk Management Advisors, el número de cautivas alcanzó niveles inéditos en 2024, superando las 6.000 a escala global. La cifra refleja un fenómeno que responde, en buena medida, a un mercado asegurador tradicional que atraviesa uno de sus ciclos más complejos.
Volatilidad financiera, primas en ascenso, eventos catastróficos más frecuentes y riesgos emergentes como ciberataques o interrupciones logísticas, han llevado a que las compañías busquen alternativas más flexibles y eficientes para proteger sus operaciones.
¿Qué son y cómo funcionan los seguros cautivas?
Las cautivas se posicionan como una especie de “colchón técnico” capaz de ofrecer autonomía financiera y mayor previsibilidad.
En términos simples, se trata de aseguradoras creadas por las mismas empresas para cubrir sus propios riesgos. La lógica rompe con el esquema tradicional en el que una compañía contrata pólizas externas y cede la administración de sus primas a un tercero.
Con una cautiva, la empresa controla directamente esos recursos, puede diseñar coberturas ajustadas a su perfil operativo y retiene parte del riesgo dentro de un marco técnico y regulado.
El atractivo no es solo económico. En conjunto, las cautivas manejan cerca de 50.000 millones de dólares anuales en primas, lo que da cuenta de su importancia dentro del ecosistema global de protección corporativa.
Félix Ricardo Garzón Rojas, especialista en seguros y reaseguros, afirma que este modelo está creciendo porque permite enfrentar mejor las restricciones del mercado tradicional.
Una cautiva bien estructurada centraliza la gestión del riesgo en una plataforma única, donde confluyen siniestros, reservas, retenciones y programas de reaseguro. Esto le da a las empresas una fotografía más clara de su exposición y fortalece su poder de negociación con el mercado internacional.
Este es el modelo de protección económica que utilizan las empresas
Desde lo financiero, el cambio de paradigma es significativo. Las primas, que en el modelo convencional se registran como un gasto necesariamente asumido, en una cautiva se transforman en una inversión orientada a la estabilidad.
Cuando la siniestralidad se mantiene dentro de los márgenes previstos, esas mismas primas pueden generar excedentes que retornan a la organización. Para muchas multinacionales, esta es la diferencia entre absorber la volatilidad o adelantarse a ella.
Garzón Rojas insiste en que las cautivas no son un mecanismo para eludir responsabilidades ni reemplazan las coberturas obligatorias. Requieren altos estándares de control, auditorías externas, capital disponible y un gobierno corporativo sólido.
Por eso, suelen integrarse a programas globales donde coexisten pólizas locales emitidas por aseguradoras tradicionales para cumplir con las regulaciones de cada país.
Uno de los mayores beneficios es la posibilidad de diseñar pólizas específicas para riesgos que el mercado no suele cubrir o que resultan demasiado costosos en esquemas convencionales.


