Exministro José Manuel Restrepo se refirió frente a disminución en calificación crediticia de Colombia
Moody's y Standard & Poor's rebajó la nota al nivel más bajo del grado de inversión, tras la suspensión de la regla fiscal y el aumento de la deuda pública.
AFP
Noticias RCN
08:10 a. m.
Las calificadoras internacionales Moody’s y Standard & Poor's degradaron la calificación crediticia de Colombia de Baa2 a Baa3, y de BB+ a BB (S&P) el nivel más bajo dentro del grado de inversión.
Según las agencias, la medida responde a un “deterioro” en las finanzas públicas durante el mandato del presidente Gustavo Petro y decisiones recientes que afectan la percepción de disciplina fiscal del país.
Uno de los hechos más relevantes para tomar la decisión de bajar el puntaje crediticio al país a nivel internacional fue la suspensión de la regla fiscal que se dio a mediados de junio.
Esta norma, que tiene como objetivo limitar el gasto público, fue frenada por el Gobierno ante la falta de recursos para financiar programas sociales. Aunque el presidente anunció una posible reforma tributaria, hasta el momento no se ha concretado ninguna iniciativa legislativa en ese sentido.
Impacto de la suspensión de la regla fiscal en la calificación de riesgo
Por su parte, Moody’s advirtió que la decisión de suspender la regla fiscal “refleja negativamente la eficacia” de la política económica del Gobierno actual y se aparta del historial de prudencia de las administraciones anteriores. Además, señaló que la falta de una estrategia clara para contener el déficit fiscal y estabilizar la deuda genera incertidumbre en los mercados.
Según cifras oficiales, la deuda pública neta del país en 2024 equivale al 60% del PIB, y se proyecta que llegará al 63% en 2026. Este panorama fue determinante para que la calificadora rebajara la nota crediticia, lo que podría aumentar los costos de financiamiento del país y limitar la inversión extranjera.
El crecimiento económico no estaría compensando el deterioro fiscal
Pese al entorno fiscal adverso, Colombia mostró señales de recuperación económica en el primer trimestre de 2025, con un crecimiento del PIB del 2,7% impulsado por el sector agrícola. Este resultado supera las expectativas de los analistas, quienes anticipaban una reactivación más lenta tras el estancamiento de 2023.
No obstante, para las calificadoras, este repunte no es suficiente para contrarrestar los riesgos fiscales. Aunque se estima que el crecimiento podría acercarse nuevamente al 3% en los próximos años —niveles similares a los previos a la pandemia—, Moody’s insiste en que se necesita una política fiscal más sólida y predecible para sostener la confianza en la economía colombiana.
Expertos advierten sobre impacto en inversión social y territorios
De acuerdo con lo que ha dicho José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda y rector de la Universidad EIA, explicó que esta rebaja en la calificación crediticia es un llamado de atención al Gobierno Nacional por el deterioro persistente en la deuda pública.
Según el experto, este escenario implica un aumento en los costos del endeudamiento para el país, lo que a su vez reduce el margen presupuestal disponible para inversión productiva y social.
Restrepo alertó que la prima de riesgo de Colombia aumentará, haciendo más costoso el acceso a financiamiento internacional. Esto se traduce en que el Estado deberá destinar una mayor proporción de sus ingresos al pago de intereses, disminuyendo la capacidad de invertir en sectores clave como infraestructura, educación, salud y programas sociales que benefician directamente a las regiones.
Colombia paga más intereses que países con calificación similar
El exministro detalló que, según datos de Moody’s, Colombia destina actualmente un 16% de sus ingresos nacionales al pago de intereses de la deuda, muy por encima del promedio del 9% que pagan otros países con calificaciones similares. Esta diferencia representa una carga significativa para el presupuesto nacional y evidencia una presión creciente sobre las finanzas del Estado.
“El ciudadano común se verá afectado porque cada vez habrá menos recursos disponibles para obras y servicios esenciales en los territorios”, advirtió Restrepo. En su concepto, esta situación refleja la necesidad urgente de adoptar medidas fiscales responsables y sostenibles para evitar una nueva degradación de la calificación, que ya se encuentra al borde de perder el grado de inversión.