¿Qué significa el ‘default’ financiero en una economía como Estados Unidos?

Este martes inició la carrera contrarreloj en la Casa Blanca para evitar un 'default' financiero en Estados Unidos, el presidente Joe Bien organizó una reunión con los líderes de la oposición parlamentaria para discutir el tema de la deuda pública más alta del mundo.

El peor escenario de la economía estadounidense revivió esta semana con la advertencia del posible inicio de una recesión en el país, una situación que ha esquivado a toda costa la Casa Blanca durante el último año. Sin embargo, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, le puso fecha a este fenómeno económico: el primero de junio Estados Unidos entraría en 'default' o déficit financiero para gestionar su deuda.

Al respecto, el Congreso de la República debe aprobar una ley para aumentar el tope de la deuda de la nación y evitar el temido estado de recesión que podría afectar no solo a la potencia sino a las demás economías por su influencia.

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Si existe una solución para evitar el 'default', ¿por qué hay peligro?

Si bien este es un tema que ya ha sido solucionado antes por medio del Congreso y las normas del país, en esta ocasión podría ser diferente debido a la polarización que existe entre los partidos Demócrata y Republicano.

Hace una semana el presidente Biden invitó a los republicanos a una reunión para hallar la salida y evitar a toda costa la recesión anunciada, pero las exigencias de los opositores para apoyar la ‘solución’ planteada por el mandatario han sido mayores recortes al gasto público.

"Estos asuntos no están vinculados", afirmó Biden.

El demócrata ha señalado que los republicanos toman de "rehén" la economía al condicionar el aumento del límite de endeudamiento del país, o su suspensión, a recortes "draconianos" del gasto público.

Para el presidente, el respeto por los compromisos financieros acumulados por el país es una obligación para los legisladores de ambos partidos, mientras que, el presupuesto anual puede ser objeto de un debate político.

Además, el demócrata recuerda siempre que el techo de la deuda fue subido tres veces durante el mandato de su predecesor republicano Donald Trump.

"Nosotros, los republicanos, hicimos lo que había que hacer. El balón está en el campo de los demócratas", estimó por el contrario en Twitter uno de los legisladores opositores en la Cámara baja, John Rose, quien denuncia que Biden escapa a una discusión "seria" del proyecto de presupuesto de los conservadores.

El domingo, la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, volvió a advertir que, a menos que el Congreso actúe pronto, "se producirá un caos financiero y económico" con consecuencias en todo el mundo.

"Simplemente es inaceptable que el Congreso amenace con una calamidad económica para los hogares estadounidenses y el sistema financiero mundial", declaró Yellen a la cadena ABC.

Lo anterior proviene de una particularidad institucional en Estados Unidos: el Congreso debe votar regularmente para aumentar el monto máximo de deuda que el país puede emitir, lo que hace necesario un consenso entre los partidos.

Hasta la Presidencia de Barack Obama, esta votación era una formalidad, panorama que se transformó con la polarización del país. Ahora La Casa Blanca se encuentra en una carrera contra el tiempo para esquivar este perjudicial escenario para el mercado internacional.

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¿Qué pasaría si Estados Unidos llega a un ‘default’ financiero?

El Tesoro de Estados Unidos ha advertido que sin aprobación del Congreso antes del 1 de junio, el gobierno deberá recortar gastos y prestaciones sociales si quiere continuar honrando sus obligaciones con acreedores. El país no sólo podría ser incapaz de pagar sus cuentas y los salarios de los empleados públicos, sino también de reembolsar a sus acreedores.

El tope de endeudamiento de 31,4 billones de dólares, el más alto en valor absoluto entre todos los países del mundo, se alcanzó en enero. Pero el gobierno federal estableció medidas contables excepcionales para sobrellevar la situación.

Según la Casa Blanca, un default terminaría con la reactivación económica de la cual Biden se atribuye el mérito, los mercados se derrumbarían, la recesión sería histórica y el desempleo se dispararía, con consecuencias sobre toda la economía mundial.