Bukele ofreció su mega cárcel para recibir a presos de Estados Unidos
El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio aseguró que que El Salvador aceptará recibir presos estadounidenses en su país.

AFP
10:08 p. m.
Marco Rubio, durante su visita a El Salvador aseguró este lunes 3 de febrero que el presidente de Nayib Bukele hizo el ofrecimiento de acoger a presos con ciudadanía estadounidense enviados desde Estados Unidos.
"Ha ofrecido alojar en sus cárceles a peligrosos criminales estadounidenses detenidos en nuestro país, incluidos aquellos con ciudadanía estadounidense y residencia legal", dijo Rubio.
Prácticamente no hay precedentes en la época contemporánea de que un país democrático envíe a sus propios ciudadanos a cárceles extranjeras.
Ningún país ha hecho nunca una oferta de amistad como ésta (...) Estamos profundamente agradecidos. Hablé con el presidente Trump sobre esto hoy temprano.
¿A quiénes trasladaría EE. UU. a las cárceles de Bukele?
Rubio pareció sugerir que el traslado de prisión se centraría en miembros de pandillas como la MS-13 (de El Salvador, Honduras y Guatemala) y el Tren de Aragua de Venezuela, que han adquirido la ciudadanía estadounidense.
Cualquier inmigrante ilegal e ilegal en Estados Unidos que es un criminal peligroso -MS-13, Tren de Aragua, lo que sea-... ha ofrecido sus cárceles.
Bukele goza de gran popularidad por su ofensiva contra las pandillas, basada en un régimen de excepción que, desde 2022, ha dejado a unos 83.000 detenidos, sin orden judicial, muchos de ellos inocentes, por lo que es criticada por grupos de derechos humanos.
Así es la polémica cárcel de Bukele en El Salvador
Emblema de esa guerra antipandillas, el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), considerada la cárcel más grande de América Latina, fue inaugurado por Bukele hace dos años en las afueras de Tecoluca, 75 km al sureste de San Salvador.
La prisión, rodeada de enormes muros de concreto, está diseñada para 40.000 detenidos, pero actualmente hay unos 15.000 de las pandillas MS-13 y Barrio 18, que por décadas aterrorizaron a la población salvadoreña.
La política de seguridad de Bukele bajó a mínimos históricos los homicidios en El Salvador, según sus críticos a costa de derechos humanos.