Dos de las mayores atracciones turísticas de Francia anunciaron alzas en la tarifa de entrada para extranjeros
Con la medida esperan recaudar 9,3 millones de euros, aproximadamente 10,8 millones de dólares, de más en el 2026.
Noticias RCN
01:59 p. m.
partir del 14 de enero del 2024, los turistas que no sean residentes del Espacio Económico Europeo (EEE) deberán pagar 35 euros (aproximadamente 41 dólares) para ingresar al Palacio de Versalles, lo que representa un aumento del 9,4% respecto al precio actual de 32 euros (37 dólares).
Esta medida se alinea con la recientemente anunciada por el Museo del Louvre, que también aumentará el costo de entrada para los visitantes de fuera del EEE.
La nueva tarifa, que se aplicará a quienes provengan de países fuera de la Unión Europea, Islandia, Liechtenstein y Noruega, se enmarca dentro de un esfuerzo por generar ingresos adicionales para el famoso palacio, cuya afluencia de turistas internacionales es constante.
¿Cuánto planean recaudar con el incremento en las tarifas para extranjeros?
Según estimaciones basadas en la proyección de visitantes para 2024, este ajuste de precios podría aportar 9,3 millones de euros (aproximadamente 10,8 millones de dólares) adicionales al año.
En 2023, el Palacio de Versalles recibió un total de 8,4 millones de visitantes, de los cuales el 83% fueron extranjeros. Entre ellos, los turistas más numerosos provinieron de Estados Unidos (15%), China e Italia (6% cada uno), seguidos de Brasil (4%) y México (3%), según el informe anual del establecimiento.
¿Aumento en el precio de la entrada podría limitar el acceso a espacios culturales?
El aumento de los precios de entrada a las grandes instituciones culturales de Francia, como el Louvre y Versalles, ha generado un debate sobre el impacto de estas decisiones en el acceso a la cultura. No obstante, el gobierno y las autoridades del patrimonio argumentan que estas medidas son necesarias para mantener la calidad de los servicios y la conservación de los monumentos.
Este ajuste también forma parte de una tendencia más amplia en Europa, donde varios museos y monumentos están aumentando los precios para adaptarse a la creciente demanda y asegurar recursos para su mantenimiento a largo plazo.

