En imágenes | Descubren campo de exterminio con hornos clandestinos y cientos de víctimas en México
Un rancho en Jalisco operaba como centro de tortura, adiestramiento y ejecución masiva del Cártel Jalisco Nueva Generación.

Noticias RCN
08:31 p. m.
Lo que se ha revelado en el municipio de Teuchitlán, Jalisco, es uno de los hallazgos más escalofriantes y brutales en la historia reciente del crimen organizado en México.
Un campo de exterminio y adiestramiento del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) operaba a cielo abierto, con tres hornos crematorios, restos humanos dispersos y evidencia de ejecuciones masivas.
Descubren campo de exterminio con hornos clandestinos y cientos de víctimas en México
El 5 de marzo, tras recibir una llamada anónima, el colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco llegó hasta el rancho Izaguirre. En el sitio, encontraron un escenario de horror: estructuras de piedra cubiertas de hollín, utilizadas para incinerar cuerpos, montones de zapatos abandonados, mochilas, ropa y documentos de identificación de personas desaparecidas.
No era solo un cementerio clandestino, era una fábrica de muerte.
¿Qué era ese lugar antes de ser un campo de exterminio?
Los testimonios de sobrevivientes han revelado que el rancho funcionaba como un campo de adiestramiento del CJNG, donde los recién llegados, en su mayoría jóvenes reclutados con engaños, eran sometidos a un proceso de selección mortal.
Uno de los testigos, quien logró escapar, relató:
“No usaban nombres, solo apodos. Pasaban lista así. Yo conté poco más de 200 personas cuando llegamos”.
A los reclutas se les obligaba a pelear entre ellos hasta la muerte, en un sistema de “filtros” donde solo 30 de cada 200 lograban sobrevivir la primera etapa, conocida como “el kínder”.
Los que no superaban las pruebas eran descabezados, desmembrados y arrojados a los hornos para ser incinerados.
Los restos hallados en el rancho confirman la versión de los testigos: fragmentos óseos calcinados, dientes dispersos y placas de titanio de víctimas que alguna vez tuvieron fracturas o cirugías.
Pero el terror no se limitaba a los hombres. Las mujeres y niñas que llegaban al rancho corrían un destino aún más atroz.
Violencia sexual y venta de órganos: las niñas en el rancho de la muerte
Una sobreviviente que logró huir del lugar reveló que el CJNG secuestraba niñas y mujeres para llevarlas al rancho Izaguirre, donde eran sometidas a violencia sexual.
No era solo abuso. También hacían ‘experimentos’ con nosotras. Escuché que vendían órganos, que había gente que no salía viva de esas habitaciones.
Esta declaración coincide con la aparición de habitaciones selladas dentro del rancho, donde presuntamente se realizaban estos actos. Hasta el momento, no se ha determinado cuántas víctimas pasaron por este infierno, pero los rastros de sangre y los testimonios apuntan a que fueron muchas.
Entre los objetos hallados en la escena, se encontró una carta escrita a mano que resume la angustia de quienes fueron llevados allí:
Mi amor, si algún día no regreso, solo te pido que recuerdes lo mucho que te amo.
El cuarto de la muerte era llamado 'La Carnicería'
En la parte trasera del rancho, los buscadores encontraron un cuarto completamente impregnado del hedor de la muerte. Según testigos, era conocido como “La Carnicería”, el lugar donde se realizaban las ejecuciones más brutales.
Los cuerpos eran descuartizados con machetes, y los restos eran arrojados a los hornos. Se estima que en ese cuarto fueron asesinadas al menos 250 personas.
Las paredes del lugar tenían marcas de cortes profundos, presumiblemente dejados por los machetes y cuchillos utilizados en las ejecuciones. En el suelo, se encontraron trozos de huesos chamuscados y dientes dispersos.
Fiscalía de Jalisco ya había estado en el terreno y “no vio nada”
Uno de los aspectos más indignantes del caso es que el año pasado, la Fiscalía de Jalisco ya había cateado el rancho y no reportó ningún hallazgo.
“No vieron nada raro”, dijeron en su momento las autoridades.
Sin embargo, la evidencia muestra que el lugar siguió operando como un centro de exterminio a tan solo una hora de Guadalajara.
Ante esto, Claudia Sheinbaum, la presidenta de México dijo lo siguiente:
Le pedimos a la Fiscalía que atraiga el caso de Jalisco, lo primero que tenemos que hacer es investigar, porque las imágenes son dolorosas y hay que saber primero qué pasó ahí.