En medio de amenazas del presidente Trump, derriban monumento chino en el canal de Panamá
El presidente José Raúl Mulino ordenó investigar la demolición y reconstruir el monumento que habla sobre la amistad entre ambos países.
Noticias RCN
06:19 p. m.
La demolición nocturna de un monumento chino en una de las entradas al Canal de Panamá generó múltiples reacciones políticas y diplomáticas que obligaron al gobierno panameño a ordenar su reconstrucción y abrir una investigación.
El presidente José Raúl Mulino calificó el hecho como una “barbaridad” y sostuvo que “no hay justificación alguna para la barbaridad cometida”, al tiempo que lo definió como un “acto de irracionalidad imperdonable”.
El derribo ocurrió la noche del sábado, cuando, por orden de la alcaldía del distrito de Arraiján, se utilizó maquinaria pesada para demoler un paifang —arco tradicional chino— ubicado en un mirador del Puente de Las Américas, estructura que cruza la vía interoceánica.
El monumento, levantado en 2004, que simbolizaba la amistad entre Panamá y China, incluía dos esculturas de leones, que fueron destruidas, y un obelisco que permanece en pie. En un comunicado, la alcaldía justificó la decisión al señalar que la obra presentaba daños estructurales y representaba un “riesgo”.
Trump amenaza con “recobrar” el control del canal por supuesto dominio chino:
La acción fue rechazada de inmediato por el Ejecutivo panameño y el gobierno chino. Tras constatar lo ocurrido, la embajadora de China en Panamá, Xu Xueyuan, afirmó que se trataba de un “día ensombrecido” para los 300.000 chino-panameños y de “gran dolor para la amistad” entre ambos países, advirtiendo que “la historia lo recordará”. La indignación también fue compartida por expresidentes y dirigentes políticos locales.
El episodio ocurre en un contexto de tensiones geopolíticas en torno al Canal de Panamá, una vía de 80 kilómetros por la que transita cerca del 5% del comercio marítimo mundial y cuyos principales usuarios son Estados Unidos y China.
En los últimos meses, el presidente estadounidense Donald Trump ha amenazado con retomar el control del canal, argumentando que está bajo influencia de Pekín debido a que la empresa hongkonesa Hutchison Holdings opera, bajo concesión, dos puertos en los océanos Pacífico y Atlántico. Trump también exige condiciones preferenciales para el tránsito de embarcaciones estadounidenses.
Bajo estas presiones, Hutchison Holdings aceptó vender las dos terminales a un conglomerado liderado por la estadounidense BlackRock, una operación que China observa con desconfianza. Paralelamente, empresas chinas han manifestado interés en participar en la licitación de dos nuevas obras portuarias, en una región donde la vía interoceánica —administrada por Panamá desde 1999, tras permanecer bajo control estadounidense entre 1914 y ese año— sigue siendo un punto clave de la disputa estratégica global.

