Condenada a 10 años por un estado de WhatsApp sobre el CLAP: la carta que estremece a Venezuela
“Ya no me quedan fuerzas”, joven venezolana fue sentenciada a 10 años de cárcel por un mensaje sobre las cajas de alimentos del CLAP que entrega el régimen de Maduro.
Noticias RCN
08:27 p. m.
Desde una celda, Merlys Oropeza escribió una carta a sus padres en la que confiesa que ya no le quedan fuerzas.
Se trata de una joven venezolana que fue condenada a 10 años de prisión en por publicar un mensaje en WhatsApp donde se refería a la jefe del Consejo Comunal de su sector.
La joven fue detenida el 9 agosto de 2024 y sentenciada, el pasado 18 de junio, a 10 años de prisión por publicar un mensaje en su estado de WhatsApp en el que señalaba a una dirigente del Consejo Comunal de su barrio.
El estado de WhatsApp por el que condenaron a 10 años de cárcel a Merlys Oropeza
Merlys Oropeza fue detenida once días después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamara sin actas a Nicolás Maduro como presidente reelecto de Venezuela.
Desde entonces, el régimen desató una ola de persecuciones masivas y detenciones bajo la Ley contra el Odio, una normativa utilizada para silenciar a quienes piensan distinto.
La joven publicó su opinión en un estado de WhatsApp, un mensaje que le costó su libertad por una década:
Estas son las palabras de la jefe del CLAP de Las Carolinas, calle 4. Qué triste ver a personas que prefieren la bolsa de gorgojos al futuro de sus hijos.
El mensaje hacía referencia a una dirigente del Consejo Comunal, clave para alertar a los cuerpos de represión sobre los vecinos señalados como sospechosos de apoyar a la oposición.
El mensaje fue reportado, y días después, agentes encapuchados llegaron a su vivienda donde la detuvieron sin derecho a justicia.
La desgarradora carta de Merlys Oropeza tras su condena
La joven escribió desde la cárcel una dolorosa carta que se ha hecho viral en redes sociales, tras conocer su condena.
A puño letra, en una hoja, pidió perdón a sus padres por el sufrimiento que están viviendo y confiesa que su salud emocional está deteriorada.
Ya no me quedan fuerzas.

En su carta, la joven manifiesta que no tendría sentido seguir viviendo en las condiciones en las que se encuentra.
Oropeza, quien nunca tuvo antecedentes ni militancia política activa, se ha convertido en símbolo de lo que muchos califican como la criminalización de la disidencia en Venezuela.
La “operación tun-tun”, como se le conoce popularmente, ha sembrado el miedo incluso dentro de los hogares. La vigilancia por parte de los Consejos Comunales, en coordinación con cuerpos de seguridad, ha convertido la vida cotidiana en un terreno minado.
Los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), creados originalmente para distribuir alimentos, han sido denunciados por su uso con fines de control social. En zonas populares, los encargados del CLAP muchas veces actúan como informantes o filtros ideológicos, premiando o castigando el acceso a comida según la postura política de los vecinos.


