Él era Fabio Grandas, médico que murió en el accidente de avioneta en Ubaté

La vida del médico Fabio Grandas giraba en dos vías. En tierra, su vocación como médico implantólogo de la Fundación Santa Fe salvó muchas vidas en salas de trasplante de hígado y riñón. Y cuando abordaba su aeronave, se ponía en acción su inclinación al servicio, que ejerció durante ocho años con la patrulla médica.

En una de sus misiones, en 2017 el equipo de Noticias RCN tuvo el privilegio de conocer de cerca la calidad humana del médico y piloto Grandas.

"Yo ingrese a la patrulla aérea como cirujano voluntario y esto es una pasión, ayudar a la gente que más lo necesita, nosotros operamos en Bogotá con toda la tecnología, con todos los recursos, pero en estos sitios es más gratificante porque es traerle esa  misma tecnología, esa misma experiencia, traducirle a los pacientes en sitios lejanos del país", dijo en ese entonces Fabio Grandas.

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"Hacemos cirugías de segundo nivel, que son las que podemos hacer en estos sitios con todos los implementos que traemos,  nosotros traemos aproximadamente dos toneladas e insumos para hacer los procedimientos que hacemos en las brigadas", agregó.

Su amor por la doble profesión, le hacía honor  al juramento socrático y lo llevó a sortear todo tipo de pistas.

"Hemos tenido pistas de todos los sentidos, así muchos años aterrizamos en la playa en Punta Gallina en La Guajira, en Meta, en Puerto Rico nos toco aterrizar en una pista que era de pasto en la cual la Fuerza Aérea nos dijo que deberíamos tener precauciones. Nosotros vamos a pistas difíciles. En Timbiquí, Cauca, por ejemplo, cuando nosotros llegamos en la pista se ven las únicas vías de acceso al pueblo, que son la pista y el río, no existe carretera", dijo el médico.

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La del doctor Fabio Grandas es una historia de vida, que puso a salvo muchas otras.

El pasado martes 13 de octubre fue su último vuelo, cuando regresaba con su familia desde Santa Marta a Bogotá la aeronave que piloteaba perdió altura al sobrevolar una finca en Ubaté, Cundinamarca. Murió junto a su esposa y a la niñera de su pequeño hijo, quien sobrevivió milagrosamente, como una señal de esperanza.