Tinas con hielo: ¿Un reto viral o una herramienta efectiva para la salud?
Desde deportistas profesionales hasta influenciadores de bienestar, los baños en tinas con hielo se han convertido en tendencia. Pero, ¿qué tan respaldada está esta práctica por la ciencia médica?

Noticias RCN
09:55 p. m.
La inmersión en tinas con hielo, conocida como crioterapia o terapia de inmersión en frío, se ha vuelto popular entre atletas y figuras del bienestar.
Promocionada en redes sociales como una práctica para mejorar la salud, esta tendencia despierta dudas sobre sus verdaderos beneficios. Según expertos y estudios, sus efectos varían según el contexto y el uso.
¿Qué dice la ciencia sobre los baños de hielo?
Investigaciones respaldan algunos beneficios de la inmersión en frío. Según un estudio publicado en The Journal of Physiology (2019), los baños de hielo pueden reducir la inflamación muscular después del ejercicio intenso, ayudando a la recuperación. Esto ocurre porque el frío constriñe los vasos sanguíneos, disminuyendo el flujo de sangre y reduciendo la inflamación en los tejidos afectados.
Otra revisión en Sports Medicine destacó que este método puede aliviar el dolor muscular de inicio tardío (DOMS, por sus siglas en inglés), especialmente en deportistas que realizan entrenamientos extenuantes.
Sin embargo, los autores advierten que el efecto depende de factores como la duración y la temperatura del baño.
Por otro lado, algunos especialistas señalan que el uso excesivo de la crioterapia podría inhibir las adaptaciones musculares a largo plazo, especialmente si se utiliza inmediatamente después del entrenamiento.
¿Es para todos o hay riesgos de sumergirse en tinas con hielo?
Aunque tiene aplicaciones útiles, no todos deberían sumergirse en una tina con hielo sin precauciones. Las personas con condiciones cardiovasculares o problemas de circulación deben evitar esta práctica, ya que la exposición al frío extremo puede provocar una respuesta de estrés que aumenta la presión arterial.
Además, según el Dr. Chris Bleakley de la Universidad de Ulster, es importante no prolongar estas inmersiones más de 10 minutos, ya que podría causar hipotermia.
Aunque la terapia de inmersión en hielo puede ser efectiva para ciertos objetivos, como la recuperación muscular, no es una solución mágica. Se debe evaluar cada caso de manera individual y consultar a un profesional de la salud antes de incluirla en una rutina. Como toda tendencia, entender sus límites y riesgos es clave para obtener resultados seguros y efectivos.