¿Qué es la vigorexia y por qué está impactando a más personas en la actualidad?
La vigorexia, una obsesión patológica con el desarrollo muscular, está ganando visibilidad a medida que más personas luchan con este trastorno.
Noticias RCN
09:52 a. m.
La vigorexia, también conocida como dismorfia muscular, es un trastorno psicológico que se caracteriza por una obsesión patológica con el desarrollo muscular y la apariencia física.
Este trastorno puede tener consecuencias graves para la salud mental y física de quienes lo padecen, y es crucial comprender sus causas, síntomas y tratamientos para abordarlo adecuadamente.
¿Qué causa la vigorexia y cómo se manifiesta?
La vigorexia se origina a partir de una combinación de factores psicológicos, sociales y biológicos. Los estudios han demostrado que las personas con vigorexia a menudo tienen una autoimagen distorsionada y una necesidad excesiva de aprobación social.
Factores como la presión social para cumplir con estándares de belleza muscular, influencias de los medios de comunicación y experiencias personales pueden contribuir al desarrollo de este trastorno.
En términos de manifestaciones clínicas, quienes sufren de vigorexia suelen pasar horas en el gimnasio, evitando actividades sociales y laborales para enfocarse únicamente en su entrenamiento y dieta.
A menudo se sienten insatisfechos con su apariencia, incluso cuando están por debajo de un umbral saludable de masa muscular. Esto puede llevar a una serie de problemas físicos, como lesiones por exceso de ejercicio, desnutrición y trastornos alimenticios.
¿Cómo se puede tratar la vigorexia de manera efectiva?
El tratamiento de la vigorexia suele requerir un enfoque multifacético que combine psicoterapia, asesoramiento nutricional y, en algunos casos, medicación.
La terapia cognitivo-conductual se ha mostrado eficaz en el tratamiento de la vigorexia, ya que ayuda a los pacientes a reestructurar patrones de pensamiento distorsionados y a desarrollar una imagen corporal más saludable.
El asesoramiento nutricional es fundamental para corregir posibles déficits alimenticios y fomentar hábitos saludables sin caer en comportamientos extremos. En algunos casos, los medicamentos antidepresivos pueden ser prescritos para abordar síntomas asociados con ansiedad y depresión que a menudo acompañan a la vigorexia.
Además, educar a las personas sobre los peligros del uso excesivo de esteroides y suplementos también es crucial. Los estudios han vinculado el uso de esteroides con efectos secundarios graves, incluidos trastornos hormonales y problemas cardiovasculares.
¿Qué estrategias pueden ayudar a prevenir la vigorexia?
La prevención de la vigorexia comienza con la educación y la promoción de una imagen corporal positiva desde una edad temprana. Programas educativos que destaquen los peligros del perfeccionismo físico y promuevan una visión equilibrada del ejercicio y la nutrición pueden ser efectivos.
Además, es importante fomentar el apoyo social y emocional, especialmente en ambientes donde los estándares de belleza muscular son prevalentes.
La vigorexia es un trastorno serio que requiere atención profesional y apoyo integral. Entender sus causas, reconocer sus manifestaciones y aplicar tratamientos adecuados puede ayudar a mejorar la calidad de vida de quienes lo padecen y promover una relación más saludable con el ejercicio y la imagen corporal.