China inauguró el puente más alto del mundo: recorrido pasó de dos horas a dos minutos
El recorrido por la zona era de dos horas, con el nuevo puente pasó a ser de dos minutos. Vea las imágenes.
Noticias RCN
07:27 p. m.
El pasado domingo, China marcó un nuevo hito en la historia de la ingeniería civil al inaugurar oficialmente el Puente del Gran Cañón de Huajiang, considerado el más alto del mundo. La monumental estructura, ubicada en la provincia sureña de Guizhou, se eleva 625 metros sobre el río Huajiang, atravesando un impresionante desfiladero que hasta hace poco representaba un desafío geográfico para la conectividad de la región.
La apertura del puente no solo representa un logro técnico, sino también un avance logístico de gran impacto. Antes de su construcción, cruzar de un lado al otro del cañón podía tardar más de dos horas; ahora, el trayecto se completa en apenas dos minutos, reduciendo drásticamente los tiempos de viaje y mejorando la comunicación entre comunidades rurales y centros urbanos.
Construido en un período de tres años, el puente fue diseñado para soportar condiciones climáticas extremas y sismos, lo que refleja el nivel de precisión e innovación alcanzado por la ingeniería china contemporánea. Su estructura, sostenida por torres de acero azul que se elevan entre las nubes, se ha convertido ya en un símbolo de orgullo nacional y en una nueva atracción turística para la región.

Guizhou, la provincia de los puentes más altos del planeta
El Puente del Gran Cañón de Huajiang se suma a una lista impresionante de obras que han posicionado a Guizhou como la “capital mundial de los puentes”. Según datos oficiales, casi la mitad de los 100 puentes más altos del mundo se encuentran en esta provincia, una zona caracterizada por su accidentada geografía y profundos valles que han impulsado el desarrollo de soluciones arquitectónicas vanguardistas.
Entre ellos destaca el Puente de Beipanjiang, que con sus 565 metros de altura había ostentado el récord mundial hasta la apertura de la nueva estructura. Sin embargo, más allá de la competencia por la altura, ambos proyectos simbolizan el compromiso del gobierno chino con la conectividad y el desarrollo sostenible en zonas históricamente aisladas.
Con esta nueva obra, China reafirma su posición como líder global en infraestructura y demuestra que la ingeniería puede no solo vencer la geografía, sino también acercar comunidades, dinamizar economías y proyectar un país hacia el futuro.

