Hallan coral endémico de Galápagos que se creía extinto hace 25 años
El coral ‘Rhizopsammia wellingtoni’ fue redescubierto por científicos en las islas Isabela y Fernandina, tras décadas sin avistamientos.
AFP
08:12 a. m.
Un grupo de científicos encontró 250 colonias vivas del coral ‘Rhizopsammia wellingtoni’, una especie endémica de las islas Galápagos que no había sido vista desde el año 2000 y que se consideraba posiblemente extinta.
Este diminuto coral, de entre tres y seis milímetros de diámetro, fue hallado aferrado a acantilados submarinos de las islas Isabela y Fernandina, según informó la Fundación Charles Darwin (FCD).
La especie, también conocida como el coral solitario de Wellington, había desaparecido del radar de los investigadores luego de los fenómenos de El Niño registrados en las décadas de 1980 y 1990, que elevaron la temperatura del mar y afectaron gravemente su población.
El descubrimiento fue calificado como un hito por Inti Keith, investigadora de la FCD, quien relató que quedó en "shock" al divisar nuevamente un ejemplar.
Redescubrimiento del coral en Galápagos tras El Niño
Según los investigadores, los eventos severos de El Niño provocaron un declive drástico en la población de este coral, que pudo haberse refugiado en aguas más profundas con temperaturas más adecuadas para su supervivencia. Ahora, gracias a condiciones más frescas asociadas a La Niña, algunos ejemplares han podido regresar a zonas menos profundas.
La investigación, que fue realizada en conjunto con la California Academy of Sciences (CAS) y la Dirección del Parque Nacional Galápagos (DPNG), subraya la importancia de la vigilancia científica continua en estos ecosistemas frágiles. “Este hallazgo muestra resiliencia en los ecosistemas marinos y enseña que el monitoreo y la protección que se está llevando en Galápagos va en buen camino”, señaló Keith.
Esperanza para la biodiversidad marina del archipiélago
El coral ‘Rhizopsammia wellingtoni’ habita en aguas frías con temperaturas promedio de entre 15 y 26 °C, lo que sumado a su tamaño minúsculo hace que pase fácilmente desapercibido. Su presencia tras más de dos décadas sin registros es una señal alentadora para los esfuerzos de conservación en el archipiélago.
Terry Gosliner, coautor del estudio y curador de Zoología de Invertebrados del CAS, afirmó que durante la expedición también se encontró un arrecife saludable y biológicamente diverso. “Este hallazgo es un ejemplo esperanzador de resiliencia frente al aumento de las temperaturas oceánicas”, concluyó.

