Con Julián Pinilla: Así transformaron la vida de una familia campesina por medio de una casa digna en Villa Pinzón
En una vereda de Villa Pinzón, una familia campesina que durante años vivió entre paredes húmedas y pisos deteriorados recibió una nueva oportunidad para reconstruir su vida.
Noticias RCN
08:25 p. m.
Gracias al impulso solidario de Julián Pinilla (creador de contenido) y al apoyo de organizaciones sociales, su antigua vivienda fue reemplazada por una casa digna, segura y pensada para cada integrante del hogar.
Lo que empezó como un gesto de ayuda se convirtió en un proceso transformador que demuestra cómo la unión de voluntades puede cambiar destinos completos.
La difícil realidad que enfrentaba la familia campesina
En una vereda de Villa Pinzón, Cundinamarca, una madre, dos niños y tres abuelitas habitaban una vivienda que ya no podía sostenerlos. Las paredes frías, la humedad permanente y los pisos vencidos hacían parte de una rutina marcada por la incertidumbre. Durante años, la familia luchó por mejorar sus condiciones, pero los esfuerzos parecían no ser suficientes.
Así lo recuerda Rosa Romero, una de las beneficiadas del proyecto, quien resume ese tiempo con sinceridad: “Uno vivía como se pudiera, porque aunque nosotros luchamos y luchamos siempre en algo se fallaba, no nos iba bien”. Su testimonio refleja la realidad silenciosa de muchas familias campesinas que, pese a su trabajo diario, no logran acceder a una vivienda digna.
El gesto solidario que activó una cadena de apoyo
Todo cambió cuando el creador de contenido Julián Pinilla conoció la situación. Conmovido, decidió convertir su plataforma digital en un canal para ayudar. En pocos días reunió un equipo de voluntarios y organizaciones que se sumaron a la causa con un objetivo claro: reconstruir la casa desde cero.
Pinilla explica el esfuerzo detrás del proyecto: “Usted que está viendo ese video de minuto y medio lleva mucho trabajo y mucha gente que está detrás para que podamos después mostrar y decir hoy entregamos nuestra nueva casa”. Su iniciativa encendió la chispa de un proceso que pronto se convirtió en una cadena de solidaridad.
Una casa digna en Villa Pinzón: 62 m² para empezar de nuevo
Las obras avanzaron con rapidez: nivelaron el terreno, levantaron nuevas paredes, instalaron techos seguros y transformaron la idea inicial en un hogar funcional. Tras meses de trabajo silencioso, llegó el día esperado. La familia recibió su nueva vivienda, una estructura de más de 60 metros cuadrados con espacios diseñados para cada integrante.
Rosa no ocultó su emoción al cruzar la puerta por primera vez: “Mucha felicidad, esperaba una casa, pero no tan lujosa. La verdad estoy sin palabras”.
Por su parte, Diego Fernández, de la Fundación Pasitos Creemos en Dios, detalló la obra final: “Consolidamos una casa de 62 m², tres habitaciones, una cocina, un baño, sala, comedor, totalmente dotada”.
Solidaridad que inspira: el proyecto busca llegar a más familias
El impacto del proyecto trascendió la construcción. Para Julián Pinilla, esta experiencia demuestra que ayudar sí es posible: “Mire lo que estamos logrando, estamos cambiando vidas. Hoy estamos cambiando la vida de una familia campesina, y la idea es que sea la primera de muchas”.
A la iniciativa se sumaron líderes comunitarios, como Nelson Vargas, del proyecto Vivienda Digna, quien destacó la importancia de seguir trabajando por las familias rurales: “Buscamos estrategias y alianzas porque realmente es muy difícil”.
Hoy, esta casa no solo protege del frío: devuelve esperanza. Y en Villa Pinzón crece la certeza de que ayudar también puede ponerse de moda.