¿Por qué el feminicidio de Jessica Ocampo no ha tenido tanta atención de medios y autoridades?

Los casos de violencia se han convertido en parte del preocupante panorama que enfrentan las mujeres y niñas en el país. Tan solo en enero se registraron, por lo menos, 13 feminicidios, incluido el de María Camila Plazas, la menor de 10 años asesinada en Pitalito, Huila.

Jackeline Álvarez, Erika Cuadros, Gina Paola Bocanegra, Yared Pomares, Melisa Toro, Mariana Rueda, Valentina Trespalacios, Angélica Treco, Jeidy Herrera y Dora Victoria Ortiz fueron algunas de las víctimas de este flagelo que, aunque preocupante, parece enquistarse con fuerza en una sociedad en la que las vías de atención son en ocasiones ineficientes, y las preventivas son escasas.

De estos casos, tal vez el que más copó la atención mediática fue el de la Dj de 21 años, Valentina Trespalacios, asesinada por un hombre de nacionalidad estadounidense que era su pareja sentimental y cuyo rastro del crimen fue tal, que a las autoridades les bastaron un par de horas para dar con su captura cuando pretendía fugarse desde un aeropuerto de Panamá.

Recientemente, Bogotá se despertó con un nuevo caso de feminicidio, en el que Jessica Paola Ocampo fue víctima de su expareja sentimental, quien la atacó con un cuchillo y le causó la muerte.

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Según se sabe, Esterlin Jhoan Velásquez, de 31 años, asesinó a la joven con quien tenía un hijo de siete años, en medio de una discusión el pasado 3 de febrero. El reporte de las autoridades indicó que ella fue apuñalada con un cuchillo en repetidas ocasiones. Gracias a las cámaras de seguridad fue posible dar con la captura del agresor, quien hoy se encuentra tras las rejas imputado por el delito de feminicidio agravado.

Sin embargo, queda la duda de cuál ha sido realmente el actuar de las autoridades a la hora de proteger a las mujeres de potenciales agresores y feminicidas, pues en el caso de Jessica Paola ya existía un antecedente y una denuncia por agresiones de las que había sido víctima por parte del mismo sujeto.

Al parecer, Jessica ya contaba con asesoría por parte de la Línea Púrpura de la Secretaría de la Mujer, la Fiscalía y una Comisaría de Familia, sin embargo, una vez más, nada de esto fue suficiente para evitar que fuera asesinada.

A esto, se suma la aparente selectividad en la atención que se les brinda a los casos de violencias de género que se presentan a diario en el país, en donde ya se han vuelto incontables las denuncias por abusos, acosos y agresiones de todo tipo que terminan volviéndose parte del panorama y de la triste normalidad en la que mujeres y niñas se ven envueltas.

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Aunque, según el Observatorio Colombiano de Feminicidios, solamente en 2022 se registraron 614 casos en todo el país, las acciones siguen quedándose cortas a la hora de atender las violencias, abordarlas y brindar garantías reales para proteger a las mujeres.

De igual forma, la manera de visibilizar los casos, relatar las historias de las víctimas y hablar de forma respetuosa sobre lo que tuvieron que vivir, continúa siendo un reto para los medios y para la sociedad en general.

El trabajo está en mostrar que aún queda camino para erradicar las violencias basadas en género, en concientizar a la sociedad y a las autoridades sobre la importancia de eliminar procesos y prácticas revictimizantes que ahondan la brecha estructural y que no mitigan los riesgos latentes en contra de las víctimas.