Aplausos entre rejas: más de 30 internos se graduaron como bachilleres en cárcel de Apartadó
En el centro penitenciario Villa Inés el sonido de los candados fue reemplazado por aplausos durante la ceremonia que reafirmó que la educación también abre segundas oportunidades.
Noticias RCN
06:55 a. m.
Una escena poco común se vivió en el Centro Penitenciario Villa Inés, en Apartadó, Antioquia. Entre muros que suelen guardar historias difíciles, más de 30 personas privadas de la libertad celebraron un logro que marca un antes y un después en sus vidas: se graduaron como bachilleres académicos. Abrazos, aplausos y palabras de aliento acompañaron una ceremonia cargada de esperanza y sentido de futuro.
El acto reunió a familiares, docentes y autoridades del establecimiento carcelario, quienes destacaron el esfuerzo, la disciplina y la constancia de los internos que decidieron convertir el encierro en una oportunidad para formarse. Para muchos, este título no es un punto final, sino el inicio de un nuevo proyecto de vida.
La educación como motor de cambio
“Quiero avanzar, quiero hacer una carrera en la universidad, incluso estudiar medicina”, aseguró uno de los graduandos, reflejando el impacto que la educación tiene en la proyección personal de quienes hoy cumplen una condena. Su testimonio resume el espíritu del programa educativo que se desarrolla al interior del penal y que busca ofrecer herramientas reales para la resocialización.
Durante la ceremonia, los mensajes coincidieron en una idea central: sí es posible cambiar. “Darles un mensaje de ánimo, decirle a la sociedad que hay procesos de transformación, que hay personas con voluntad de salir adelante y que necesitan oportunidades”, señaló uno de los voceros del centro penitenciario.
Uno de los momentos más emotivos fue el reconocimiento a Jonathan Martín, destacado como excelente académico. Con evidente nerviosismo y gratitud, recibió el aplauso de sus compañeros y docentes, convirtiéndose en símbolo de lo que puede lograrse con compromiso y perseverancia, incluso en contextos adversos.
Segundas oportunidades que sí existen
Las autoridades del penal destacaron que los internos graduados ahora tienen la posibilidad de continuar con estudios técnicos y universitarios, fortaleciendo su proceso de reintegración social. “Son personas que están demostrando con hechos que quieren enmendar sus errores y salir adelante”, enfatizaron durante el evento.
Historias como la de Villa Inés recuerdan que la educación en los centros penitenciarios no solo reduce la reincidencia, sino que también dignifica y abre caminos reales hacia la reconciliación social. En un país donde el acceso a la educación sigue siendo un desafío, estos logros adquieren un valor aún mayor.
Este lunes comenzó con una buena noticia desde el Urabá antioqueño: entre rejas también se construyen sueños, y cuando existen oportunidades, las segundas oportunidades no solo se esperan, sino que se aprovechan.

