Bajo estas condiciones están viviendo los sobrevivientes a la avalancha en Bello
En el albergue permanecen entre 200 y 300 personas afectadas por la emergencia.
Noticias RCN
07:08 a. m.
Tras la avalancha que golpeó a varios sectores del municipio de Bello, en Antioquia, cientos de personas resultaron afectadas y fueron trasladadas a albergues temporales habilitados por la Alcaldía.
Uno de los principales puntos de acogida está en el coliseo del colegio Fe y Alegría, donde decenas de familias intentan sobrellevar las secuelas de la emergencia mientras esperan soluciones concretas por parte de las autoridades.
Bajo estas condiciones están viviendo los sobrevivientes a la avalancha en Bello
En el municipio de Bello, las consecuencias de la avalancha siguen siendo visibles, no solo en las calles afectadas por el lodo y los escombros, sino también en los albergues donde fueron ubicadas las familias damnificadas.
Uno de los más grandes está ubicado en el colegio Fe y Alegría, donde el coliseo y varios salones fueron adaptados para recibir a quienes lo perdieron todo.
Allí están instaladas cerca de 70 carpas, pero la cantidad de personas supera ampliamente ese número.
En otros espacios del colegio también hay familias, lo que eleva a entre 200 y 300 el número de afectados que permanecen en este sitio. Aunque hay atención institucional, las condiciones son difíciles y muchas personas se sienten desbordadas por la situación.
Damnificados hablaron sobre la avalancha en Bello
Verónica Gómez es una de las damnificadas. Ella y su familia llevan dos noches en el albergue.
Gracias a Dios primeramente porque él es el todopoderoso, hemos pasado dos noches, pues gracias a Dios y a las personas que nos acompañan con buen acompañamiento y personal médico, psicológico, muy buen alimento, tenemos cobijas, vestidos.
Sin embargo, también menciona las necesidades urgentes que enfrentan:
Necesitamos más colchonetas, necesitamos cosas de aseo, baños, porque los servicios están un poco dificultosos porque hay mucho, mucho personal, muchas personas necesitadas y necesitamos muchas cositas y que nos reubiquen, pero sabemos que no es fácil por ahora, pero pedimos que nos reubiquen porque de igual manera nuestras viviendas quedaron destrozadas.
Su casa estaba a apenas una cuadra y media de donde ocurrió la avalancha:
Mi casa se inundó toda, está toda vuelta o en lodo, todo está sucio, todo está ya perdido (...) Entonces sí, uno se preocupa porque ¿para dónde cogemos, cierto? Entonces pedirle como a las personas que nos acompañan, a la alcaldía, todo el personal que por favor nos colaboren, nos reubiquen, porque estamos pues sin saber para dónde vamos a coger”.
El testimonio de doña Verónica refleja lo que viven muchas otras familias que se encuentran en las mismas condiciones: sin hogar, con sus pertenencias destruidas y sin claridad sobre el futuro.


