Caos en la calle 26: así se vivieron las manifestaciones en Bogotá
El Escuadrón Móvil Antidisturbios tuvo que ser utilizado como último recurso durante las manifestaciones. Con tanquetas dispersaron a quienes protestaban.
Noticias RCN
07:20 p. m.
El pasado 27 de octubre la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, informó a la ciudadanía que este viernes 28 de octubre se llevarían a cabo movilizaciones por parte de la Primera Línea. El motivo de las manifestaciones estaba relacionado con exigir a la justicia que libere a los jóvenes detenidos en medio de las protestas presentadas en 2021, año en el que se presentó un estallido social en el país.
Aunque desde varios sectores políticos se hizo un llamado a la tranquilidad y a evitar la violencia, las manifestaciones terminaron en fuertes disturbios y la intervención del Escuadrón ovil Antidisturbios fue necesaria.
Miembros de la ´Primera Línea y otros manifestantes circulaban por la avenida Esperanza. En el marco de las movilizaciones llegaron hasta el búnker de la Fiscalía y en este punto se dio un enfrentamiento entre autoridades y los ciudadanos que protestaban, debido a que algunos ciudadanos estaban intentando llegar hasta la puerta de la entidad. Gases lacrimógenos y hasta bombas aturdidoras fueron utilizadas para evitar el ingreso de los manifestantes a la sede más importante de la Fiscalía. No se reportaron heridos ni tampoco personas capturadas
Puede leer: Nueva jornada de protestas de la Primera Línea en Bogotá: horas y puntos de concentración
La misma manifestación que alteró el orden en el búnker de la Fiscalía y que fue dispersada por la Policía se devolvió a la Universidad Nacional. Los uniformados y los manifestantes se enfrentaron nuevamente y el caos se desató en la calle 26 durante casi tres horas.
El último recurso para intervenir en estos casos fue utilizado y la fuerza pública respondió con sus tanquetas para dispersar la manifestación. Por estos hechos se vio afectada la movilidad y como es usual, fueron los usuarios del transporte público quienes pagaron los platos rotos y tuvieron que devolverse a sus hogares o ir a sus lugares de destino a pie, por el carril del Transmilenio.