"Nos dan el patazo": el oscuro relato desde prisión de cómo operan las bandas que roban carros en Bogotá
Un detenido contó desde la cárcel, con frialdad y sin rodeos, cómo él y sus cómplices robaban vehículos en minutos.
Noticias RCN
01:22 p. m.
La Policía Metropolitana de Bogotá difundió un video grabado desde prisión, en el que un hombre, condenado por hurto, narra paso a paso cómo ejecutaban los robos.
Su testimonio, crudo y directo, pone en evidencia la facilidad con la que operan algunas bandas en sectores residenciales y comerciales de la ciudad.
Lo que más llama la atención es la frialdad con la que describe su rol dentro de la estructura criminal, así como los métodos, los lugares preferidos y los errores comunes que cometen las víctimas que facilitan el delito.
Desde prisión revelan cómo operan bandas que roban carros en Bogotá
“La gente pues da el patazo como se dice, y nosotros aprovechamos la oportunidad”, empieza diciendo el hombre en el video, dando una muestra del lenguaje con el que se referían a los informantes o a quienes alertaban sobre un posible vehículo mal estacionado o descuidado.
El testimonio revela que su ingreso al mundo delictivo no fue por presión ni necesidad, sino por oportunidad:
Distinguí a un muchacho y él me dijo que si quería trabajar con él. Me pareció como fácil y así empezamos.
El modus operandi era simple, pero efectivo. Dos integrantes de la banda se acercaban al carro y lo tocaban para comprobar si tenía alarma. Si no reaccionaba, procedían con herramientas especiales a violentar la cerradura.
Uno se metía al carro, el otro se quedaba afuera, vigilando, marcando si alguien se acercaba o si había peligro.
“Rompíamos la chapa, lo prendía por dentro y partíamos. Íbamos más que todo a hospitales, barrios solos, galerías, Usaquén, Chapinero, Puente Aranda”, dice el detenido, detallando que solían actuar entre las 6 de la tarde y la 1 de la madrugada.
¿Cuáles son los vehículos que son más fáciles de robar?
El perfil de los vehículos que robaban era variado, pero tenían clara cuál era su especialidad:
Podemos prender los Chevrolets, los Kia, los Atos, Hyundai, los Logan, las Duster. Bueno, varios. Casi siempre íbamos vivos.
El objetivo era aprovechar el mínimo descuido: personas que parqueaban en la calle por horas, que salían de fiesta o que pensaban que “no iba a pasar nada”.
Es que a veces la gente lo deja ahí prácticamente de pago.
Incluso señala que el crimen muchas veces dependía del descuido y la confianza excesiva de los dueños:
La confianza de ellos… que lo dejan ahí al frente, no pueden perder. Que aprovechen los parqueaderos, porque de esos hay por todos lados. Es mejor pagar poquito y no perder el carro.
Finalmente, lanza un mensaje de arrepentimiento:
Estoy arrepentido por tanto tiempo. Me va a tocar acá en prisión, desafortunadamente. Le pido a Dios que me ayude a salir pronto y que la gente me pueda perdonar.
Cabe mencionar que, la Policía compartió este material como parte de una estrategia pedagógica que busca abrir los ojos de los ciudadanos frente a los riesgos de dejar su vehículo en la calle, incluso por pocos minutos.
También evidencia la existencia de estructuras organizadas que identifican marcas y modelos específicos, saben en qué zonas actuar, y no requieren más de dos o tres minutos para concretar el robo.


