El pueblo de pescadores que podría desaparecer por culpa de una planta invasora en Colombia
Una especie exótica crece sin control en la Ciénaga de Pajarales y amenaza la pesca, la salud y la subsistencia de la comunidad local.
AFP
12:20 p. m.
En Nueva Venecia, un colorido pueblo de palafitos sobre la Ciénaga de Pajarales, en el Caribe colombiano, la vida de los pescadores está bajo amenaza. La Hydrilla verticillata, una planta invasora de origen asiático, se ha propagado con rapidez, bloqueando la navegación y reduciendo drásticamente la pesca, principal fuente de alimento y sustento de la comunidad local.
Desde finales de 2023, esta especie invasora comenzó a expandirse en la región, y hoy cubre varios kilómetros de la ciénaga. Los habitantes denuncian que la situación los mantiene prácticamente “encerrados” y sin alternativas de sustento, recordando los años más duros del desplazamiento forzado por la violencia armada.
La Hydrilla verticillata: una amenaza difícil de erradicar
La Hydrilla verticillata es común en acuarios, pero al llegar de manera ilegal a Colombia se convirtió en una seria amenaza ambiental. Según estudios de la Universidad Javeriana, su crecimiento puede alcanzar hasta 1,2 km por mes, formando densos matorrales acuáticos que dificultan la circulación de canoas y la captura de peces.
La Autoridad Ambiental (Corpamag) estima que la planta ya ha invadido al menos siete kilómetros de la ciénaga. Expertos en biodiversidad explican que, una vez arraigada, resulta extremadamente difícil eliminarla, ya que sus tallos pueden alcanzar hasta nueve metros de longitud. Esta situación agrava los problemas sociales y económicos de la región.
Hambre y problemas de salud en Nueva Venecia
La expansión de esta planta invasora no solo afecta la pesca, sino también la salud pública. El centro médico local reporta un aumento en los casos de enfermedades gastrointestinales, debido a que las aguas residuales no circulan adecuadamente entre la maleza.
Los líderes comunitarios denuncian que varias familias ya enfrentan hambre y que las autoridades no han brindado una solución efectiva. “Sería lamentable que, así como nos desplazó la violencia en el 2000, hoy tengamos que irnos de nuevo por el abandono del Estado”, declaró a la AFP César Rodríguez, representante de la asociación civil local.

