En el 'Callejón del duelo', los habitantes de Armero han convertido el dolor en memoria
En Armero hay espacios simbólicos con fotografías y objetos rescatados para preservar la memoria de las 25.000 víctimas de la avalancha de 1985.
Noticias RCN
09:26 a. m.
Cuatro décadas después de la tragedia de Armero, los sobrevivientes han transformado las ruinas en espacios de memoria colectiva. El 13 de noviembre de 1985, una avalancha provocada por la erupción del volcán Nevado del Ruiz sepultó la ciudad dejando aproximadamente 25.000 víctimas fatales.
En el lugar donde una vez estuvo Armero se han colocado decenas de tumbas simbólicas para honrar a quienes nunca fueron encontrados. Estos espacios representan un lugar donde depositar flores y mantener vivo el recuerdo.
Entre las ruinas, los sobrevivientes levantaron un corredor donde el recuerdo camina con ellos. 'El callejón del duelo' es un camino de fotografías que se alza entre la vida y la muerte. Volver a ese lugar es para los sobrevivientes abrir el corazón en dos. Cada imagen es una pregunta sin respuesta.
"Perdí en esta tragedia dos hijos, mi esposa, dos hermanos, seis sobrinas y el dolor es el mismo. Esto es insuperable, esto no lo supera nadie de un momento a otro. Van 40 años y el dolor es igual", relata Rubén Darío Hernández, sobreviviente.
Aquí, las víctimas de la tragedia dejaron de ser un número y volvieron a tener rostro. "El objetivo principal de este callejón del duelo, que para nosotros fue muy importante, su construcción, es que le damos un rostro a las personas que aquí murieron, que no seamos simplemente un número", asegura Hernán Nova, guía turístico.
A pocos metros del callejón se levanta la 'Estación de la Memoria', un recorrido simbólico que recuerda lo que el barro no logró borrar y el Museo de la Memoria de Armero que guarda lo poco que quedó: fragmentos de vida rescatados del lodo.
"Tenemos un anticuario, una serie de elementos que hemos podido también colectar, un estabilizador de voltaje de los años 70, teléfonos, planchas de carbón, un casco de un voluntario de la Cruz Roja de la época, tenemos molinos, unas botellas de gaseosa La Bogotana, que era nuestro legado, y eso como que nos hace retroceder", expresa Freddy Ariel Gutiérrez, presidente del Centro de Historia de Armero.
Pero en medio del silencio, aún hay quienes luchan por mantener viva la historia. "La historia hay que contarla y hay que dejar cosas tangibles para que sean tenidas en cuenta y no se repita una situación como la que nosotros vivimos", Gerardo Grisales, sobreviviente de la tragedia de Armero.
Los habitantes de Armero han convertido el dolor en memoria. Entre las ruinas de Armero, el recuerdo no se rinde, entre los escombros hoy florece la memoria. Las fotos del callejón del duelo son semillas del recuerdo que el barro no pudo sepultar.
"Día a día somos menos, día a día vamos desapareciendo y la memoria original va desapareciendo. Van a quedar los escritos, van a quedar las evidencias, pero los originales vamos desapareciendo. Puede que en 20 años ya no existamos", puntualiza Gutiérrez.


