La ruta del desastre: así fue como la avalancha del Nevado del Ruiz borró Armero del mapa
El material volcánico descendió 5.000 metros en dos horas, alcanzando velocidades de 40 kilómetros por hora hasta sepultar Armero y varias veredas.
Noticias RCN
09:00 p. m.
Cuarenta años después de la tragedia, las antiguas calles de Armero permanecen convertidas en un campo santo, en el que decenas de familias dejan mensajes esperando un reencuentro que parece improbable.
La avalancha que borró Armero del mapa comenzó en un lugar majestuoso: el volcán Nevado del Ruiz, ubicado entre los departamentos de Tolima y Caldas, a 5.320 metros sobre el nivel del mar.
Hace cuatro décadas, el volcán mostró señales de su despertar mediante fumarolas y pequeños temblores, como si sus entrañas buscaran salida a través de rocas fracturadas, vapor y gases.
El 13 de noviembre de 1985, a las 3 de la tarde, la primera erupción emergió con fuerza desde el cráter Arenas, una boca inhóspita de un kilómetro de diámetro donde nacen cinco ríos, entre ellos el Azufrado y el Lagunilla. Seis horas después, a las 9 de la noche, el volcán expulsó definitivamente una gran cantidad de material ardiente que comenzó a derretir el glaciar.
El lahar, como lo denominan técnicamente los expertos, fluyó aguas abajo accionado por la gravedad a gran velocidad, y llevándose consigo material del cauce del río. Este cóctel mortal de sedimentos, rocas, lodo y agua usurpó el cauce de los ríos, convirtiendo pequeños surcos en grandes cañones tallados por la fuerza del material volcánico.
Fueron tres impulsos descendentes que usaron el lecho de los ríos como pista durante dos horas, bajando desde más de cinco kilómetros de altura.
El primer sector poblado alcanzado fue Ventanas, una pequeña vereda donde aún permanecen las huellas del azufrado. En ese punto, el río Lagunilla, que apenas alcanzaba un metro de ancho, multiplicó su tamaño por más de 300, resultado de la unión de 200.000 metros cúbicos de agua glacial y más de 30.000 toneladas de material volcánico.
Cerca de Villahermosa, el viejo puente de Gato Negro de 40 metros de altura fue cubierto, pero no derrumbado por el lodo que corría a casi 40 kilómetros por hora.
Antes de llegar a Armero, donde el Lagunilla y el Azufrado se unen, las avalanchas independientes se volvieron una sola masa incontenible. El volumen total del lahar alcanzó los 90 millones de metros cúbicos, con alturas de hasta 100 metros.
El material volcánico descendió desde los 5.300 metros del Ruiz hasta los 300 de Armero, recorrió 60 kilómetros en dos horas y en media hora más borró para siempre la población.

