Milagro en el mar, antes de la gran noche
El desove de corales, vital para la supervivencia de miles de especies marinas, se vive en Colombia como un evento único que une ciencia, turismo y conservación.
Noticias RCN
02:10 p. m.
Debajo del inmenso azul ocurre un milagro silencioso. Cada criatura marina cumple un rol esencial para el planeta, y los corales, que parecen piedras, son en realidad organismos vivos de los que depende cerca del 25% de la biodiversidad del océano.
El papel invisible de los corales
Sin embargo, hoy enfrentan amenazas críticas: el aumento de la temperatura de las aguas que literalmente los “cocina”, la contaminación, las enfermedades y la sobrepesca.
Entre 2023 y 2024 el mundo registró el mayor evento de blanqueamiento masivo de corales de la historia. Este fenómeno ocurre cuando expulsan las algas simbiontes de las que dependen para vivir. Si no logran recuperarlas, mueren de inanición.
Una misión para salvar los arrecifes
Conscientes de la emergencia, científicos, buzos, empresarios y voluntarios viajan cada año a un parque nacional natural marino de Colombia, que alberga la plataforma coralina más grande del continente. Allí se convierten en guardianes de los arrecifes durante el evento conocido como el “nacimiento del mar”: el desove de corales.
“Este es un turismo restaurativo”, explican desde el hotel San Pedro de Majagua, uno de los que apoyan la iniciativa. Antes de la gran noche, los voluntarios limpian sustratos de cerámica, estrellas artificiales que servirán como hogar para las nuevas larvas. Bajo el agua, cepillan algas que entorpecen el crecimiento y preparan el terreno para recibir la vida que está por llegar.
La reproducción sexual asistida de los corales se hace en Colombia gracias a la CoralTheca, un programa dedicado a la conservación y restauración de los arrecifes coralinos que se encuentran en riesgo de extinción. Aquí la suma de voluntades es importante para darle vida a esta especie, por eso empresas como Pavo Real Films, Agenda de Mar, Diving Planet y Diving Life, entidades como Parques Nacionales Naturales, y científicos enamorados de los océanos, se unen para convertirse en los guardianes de estas colonias que protegen el 25% de la vida en el mar.
La gran noche del océano
El evento principal llega al caer la noche, cuando los corales liberan millones de diminutas esferas cargadas de vida. Es un espectáculo natural invisible para muchos, pero esencial para la existencia de todos.
Los participantes, que deben contar con certificaciones de buceo avanzadas —pues gran parte de la labor se realiza en la oscuridad del mar—, acompañan el proceso con emoción y cuidado. “Aquí estoy para verte nacer, aquí estoy para cuidarte”, dicen simbólicamente mientras el océano se llena de nuevos comienzos.
El desove de corales no es solo un espectáculo biológico: es un recordatorio de que la supervivencia de los océanos, y del planeta, depende de estas pequeñas y frágiles estructuras que hoy necesitan más que nunca de la acción humana para seguir existiendo.
Milagro en el mar: La gran noche | Parte 2
En el Parque Nacional Natural Corales del Rosario y San Bernardo, ocurre un milagro pocas veces visto: se trata de la reproducción de corales, que representan el 1.1% de la vida marina, pero protegen una cuarta parte de los ecosistemas en el océano.
“Son todos de una. Mejor dicho, seis días después de la luna llena de septiembre, tres horas después de que se pone el Sol; si eso no es magia, no sé qué es la magia”: comentó la apneísta profesional Sofía Gómez.
“Lo primero que pienso ese que soy una privilegiada porque ver ese espectáculo debajo de la rayita azul no es para todo el mundo. Es investigación pura, los biólogos hacen un trabajo impresionante”, agregó Claudia Bahamón.
A las 8:40 las lanchas parten rumbo a la zona previamente estudiada. Una navegación corta y a oscuras, pero necesaria.
Pasadas las 9:00 de la noche uno a uno, científicos y voluntarios, comienzan a ingresar al agua. Sus linternas iluminan el camino mientras se pierden en la inmensidad, tal y como si el océano se los devorara.
En el silencio de las profundidades y solo 10 minutos después de iniciar la inmersión, sucede… La vida misma naciendo ante los ojos humanos: los corales liberan los gametos, esos pequeños huevos que flotan en el mar. A su lado, los biólogos con delicadeza los recolectan y los mantienen en una sola posición.
Lo que fue silencio por casi una hora, se convierte en fiesta cuando los buzos llegan a la superficie. Pero el tiempo empieza a correr pues los gametos deben llegar rápido al laboratorio, o todo se pierde.
La noche se llena de urgencia, y aunque el milagro en el mar ocurrió, ahora la vida depende de lo que suceda en tierra.
Milagro en el mar: Lo que pasa en el laboratorio | Parte 3
Corren porque en sus manos llevan vida, porque si no llegan a tiempo el milagro no será efectivo.
“Es trabajo por ahora contrarreloj, muchos espermatozoides pueden fertilizar un solo huevo y eso se llama poliespermia, lo que daña totalmente la viabilidad”, explicó Valeria Pizarro, investigadora senior del Perry Institute For Marine Science.
En el laboratorio temporal la ciencia se vuelve esperanza. Los científicos trabajan durante toda la noche para que los óvulos y los espermatozoides comiencen a encontrarse.
“Tenemos que romper esos paquetes, liberarlos, separarlos y coger el esperma de un coral y juntarlo con los huevos de otro coral para poder tener fertilizaciones cruzadas”, apuntó la experta.
En el laboratorio cuidan de los embriones para pasar al siguiente nivel: llevarlos a una especie de piscinas que flotan en el mar, en donde después de unas semanas se convertirán en larvas en busca de dónde fijarse para comenzar su ciclo de vida.
Al salir pasarán a unas guarderías submarinas y luego de casi un año regresarán al arrecife, su hogar natural, donde volverán a dar vida al mar.