Katherine Tapia: de patrullar las calles a ser figura de una Copa América
En entrevista exclusiva con Noticias RCN y Caterine Ibargüen, Tapia abrió su corazón y habló de lo que significó para ella esta Copa América.
Noticias RCN
07:29 p. m.
En medio de las emociones que dejó la final de la Copa América Femenina entre Colombia y Brasil, una voz se alzó con serenidad y carácter: la de Katherine Tapia, la arquera que brilló bajo los tres palos y se convirtió en una de las figuras del torneo.
En entrevista con Noticias RCN y Caterine Ibargüen, Katherine reveló secretos de su camino: de entrenar a escondidas, escapar de casa y enfrentarse a decisiones que marcaron su vida.
“Yo me les escapaba a mis papás porque no me apoyaban en el fútbol. Fue una lucha con toda mi familia, pero Dios tenía un propósito”, dijo con orgullo. Tapia, nacida en Montelíbano, Córdoba, inició su carrera deportiva entre clubes locales, y su espíritu indomable la llevó a representar departamentos como Antioquia, aunque en casa el respaldo no era evidente.
De uniforme policial al arco de la Selección
Cuando dejó la universidad, ingresó a la Policía Nacional, buscando un sustento para su familia. Durante su paso por el SMAD, en Bogotá y Medellín, siguió atajando, hasta que un día, el técnico de Atlético Nacional la vio jugar y le ofreció una oportunidad. Fue René Higuita quien la motivó a quedarse: “Tú tienes talento, quédate acá”, recuerda Katherine, aún emocionada.
Pero no fue fácil. Durante un año y medio alternó turnos policiales con entrenamientos, hasta que un nuevo comandante la obligó a elegir. “O la Policía o el fútbol”, le dijeron. Katherine optó por los guantes, se retiró a escondidas y se entregó por completo al deporte.
Su carrera la llevó a Atlético Nacional, América de Cali, Independiente Santa Fe y a disputar finales de Copa Libertadores. La convocatoria a la Selección Colombia llegó tras brillar internacionalmente. “Mi familia me vio representar al país, fue extraordinario”, contó.
Ya con la cabeza fría tras la Copa América, reflexionó sobre la final: “A mí me sacaron la mandíbula, me encajaron de una y seguí jugando. Faltando 30 segundos sentí que éramos campeonas… y en segundos todo cambió”. Aunque perdieron por penales, Katherine se queda con lo positivo: “Ver cómo la gente se entusiasmó con nosotras. Eso es una satisfacción: estamos haciendo las cosas bien”.
Tapia reconoce que el fútbol femenino aún tiene muchos retos, pero también mucho talento: “En Colombia, con poco hacemos mucho”.
Hoy, Katherine Tapia es símbolo de valentía, de resiliencia, de talento. Una arquera que pasó de enfrentar disturbios a enfrentar penales, siempre con la misma convicción: no rendirse nunca.


