La clave de un amor de más de 50 años: Gabriel García y Mercedes Barcha

Mercedes Barcha Pardo fue quien robó el corazón del gran escritor Gabriel García Márquez. Sin embargo, de lo que pasó a ciencia cierta durante 58 años de matrimonio poco se sabe. 

Muchas historias, leyendas y mitos nacieron sobre la pareja García Barcha. Siempre quisieron que su vida fuera privada, pero sí se sabía que Mercedes fue el polo a tierra de su “Gabito”, como ella misma lo llamaba. 

El éxito literario del nobel colombiano era mérito de él, pero el éxito de ellos como pareja era de ella y de su carácter. 

“Ella tenía una personalidad muy fuerte, extraordinariamente fuerte. Eso siempre es muy importante en una esposa, que sea fuerte, que te proteja, que te organice. Sobre todo, en la vida de un escritor, porque los escritores necesitan protección, tranquilidad y Gabo siempre tenía muchos amigos. Los amigos son una maravilla, pero cuando tienes 4 millones de amigos es importante una mujer que te cuide el teléfono”, señaló Gerald Martin, biógrafo de Gabo. 

Gabo conoció a Mercedes cuando tenía 9 años y desde entonces, supo que sería su compañera de vida.

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“A mercedes la conocí en Sucre, un pueblo del interior de la costa Caribe, donde vivieron nuestras familias durante varios años, y donde ella y yo pasábamos nuestras vacaciones. Su padre y el mío eran amigos desde la juventud. Un día, en un baile de estudiantes, y cuando ella tenía solo trece años, le pedí sin más vueltas que se casara conmigo”, indicó Gabo en vida. 

Mientras llegaba la bendición en el altar, vivieron un amor por correspondencia. 

Mercedes: el polo a tierra y la protectora de Gabo

“Fue una relación maravillosa realmente porque eran complementarios y cada uno tenía su rol y estaban muy bien organizados para enfrentarse al mundo. Casi siempre estaban juntos. Fue una gran relación que yo admiré mucho. En el recorrido hubo días difíciles, muchos planes y poco dinero, pero luego llegó la joya de la corona: 100 años de Soledad”, indicó Martin.

Mercedes aportó su granito de arena a este famoso escrito, pues para poder enviar el manuscrito completo de esta novela a la editorial y ante la falta de plata, Mercedes empeñó algunos electrodomésticos. 

“100 años cambió la vida a ambos. Ella le ayudó a producir porque estaba ayudando a la familia sin dinero buscando préstamos y todo, entonces inspirar no sé, pero estar en esos libros sí”, agregó Martin. 

Muchos se atrevieron a decir que, entre más popularidad, más lejano se volvía Gabo, pero otras versiones indicaban que era ella quien lo mantenía al margen. 

“La primera vez que traté de contactar a Gabo hablé con mercedes por teléfono. En la familia siempre decían que era difícil y dura, pero ella tuvo que volverse así para protegerlo porque Gabo era como los Beattles y ella lo protegía de todo eso. Él hacía bromas sobre eso, pero siempre estaba muy agradecido por esa protección, por ese temperamento duro”, añadió. 

Colombia, México, España, Venezuela y Francia eran los países que más ocupaban la agenda de Mercedes y Gabo, pero había uno especial, Cuba, pues ahí mercedes era la reina. 

“Por ejemplo, Fidel Castro adoraba a Mercedes. La veneraba porque, de manera conmovedora, su relación sobrevivía a todo”, detalló. 

Un escritor conversador y su compañera, una mujer prudente y silenciosa, era quien marcaba el compás de los encuentros con amigos y periodistas. 

Esa fue la estrategia que usaron para encontrar el equilibrio durante tantas décadas de éxitos, popularidad y de una exposición mediática de la que huían. Fueron años de una unión digna, de una novela. 

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