Aunque ICBF dice que niños están bien y con vida, ninguna autoridad confirma su hallazgo

El presidente Gustavo Petro confirmó este miércoles la buena noticia de que los cuatro niños indígenas que habían desaparecido en medio del accidente aéreo en el Guaviare fueron encontrados con vida.

A la espera de la confirmación de la Fuerzas Militares, Noticias RCN conoció que los menores habrían sido hallados por un civil y que se estarían dirigiendo a encontrarse con las autoridades para ponerlos bajo su custodia. El ICBF se encuentra atento para examinar su estado de salud y garantizar el restablecimiento de sus derechos.

Cronología de un milagro

Como un milagro se ha denominado este posible hallazgo en la selva del Guaviare, que podría ser uno de los lugares mas hostiles del mundo. La oscuridad debajo de los árboles de más de 40 metros de altura no permite distinguir el día de la noche, en muchas ocasiones.

Sobrevivir en este escenario es difícil y más con el peligro de sus habitantes naturales, que ven al hombre como un ser extraño.

“Además de felinos podemos encontrar alacranes, serpientes”, afirmó Germán Camargo, desde la Defensa Civil del Meta.

Aunque si hay alguien que podría sobrevivir y conquistarla es quien la conoce como suya desde su nacimiento, el caso de los cuatro hermanos indígenas que están familiarizados con este tipo de terrenos. A pesar de no conocer el sector done se encuentran actualmente, ya han tenido cercanía con sus condiciones.

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Una tragedia que inicio antes de subirse a la avioneta

Los cuatro menores habían tenido que salir de su casa debido a que su padre, Manuel Ranoque, el gobernador de la comunidad de Puerto Sábalo, recibió amenazas y tuvo que enviar a su familia en una pequeña avioneta para ponerlos a salvo.

Sin embargo, horas después del despegue se perdió el contacto con la aeronave. Allí inicio la búsqueda incansable que por dos semanas no mostraba señales de éxito, hasta que una pequeña pista le devolvió la esperanza a un padre: un biberón, posiblemente de uno de los niños.

La búsqueda logró dar con el paradero de la avioneta, descolgada de cabeza de un árbol, gracias a la pericia del piloto. Según expertos, esta pudo ser una maniobra del piloto para evitar una colisión fuerte de la nave.

Allí se confirmó la triste noticia de la muerte de tres adultos y la esperanza de vida de los cuatro niños al ver una maleta abierta, que hacia creer en la posibilidad de que fueran sobrevivientes.

El padre de los menores fue el primero en entrar a la zona, un terreno lleno de fango donde hace más de una semana no deja de llover. Por otro lado, las Fuerzas del Ejército, Aérea y las autoridades locales completan más de 400 horas de búsqueda.

Y como si se tratara de un camino de pistas, las autoridades han encontrado rastros de vida que mantuvieron viva la esperanza al día 17 y a la espera de una confirmación del regreso de los niños.

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La selva, que es poderosa y misteriosa, parece haber premiado a los cuatro niños indígenas que la domaron. Si la búsqueda tuviera que llamarse de alguna manera, debería ser ‘Operación Milagro’. La historia de cuatro niños que vencieron a la muerte.