La emotiva historia de una pareja que contrajo matrimonio en un hospital de Santander

Una solicitud nada usual fue la que recibieron en el centro hospitalario por parte de Carlos Ariza, un paciente oncológico de 66 años, quien recibe tratamiento de quimioterapia y que decidió casarse por la iglesia con su pareja de hace 40 años, Susana; a quien considera el amor de su vida. 

“Esta historia empezó cuando don Carlos se acerca a nosotros manifestándonos el deseo de contraer nupcias con su señora esposa. Es aquí cuando nosotros experiencia del paciente intervenimos, analizamos, tanto asistencial como administrativamente” indicó Yadir Molina, supervisor del paciente HIC.

Solo dos días bastaron para hacer los preparativos y unir por la iglesia a la pareja que por cuatro décadas se han acompañado en la salud y la enfermedad. A la ceremonia asistieron 12 valiosos invitados, entre ellos, sus tres hijos. “Resolví casarme nuevamente para darle la bendición a cada uno de los matrimonios de mis hijos. Realmente cuando Susan apareció y la miré, estaba linda, vestida de blanco, muy hermosa. Ella se merece este momento porque es una mujer muy especial”, dijo Carlos Ariza.

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Para Carlos y su esposa, la última década no ha sido fácil. Hace diez años fue diagnosticado con un linfoma de Hodgkin, patología que fue tratada y superada con quimioterapias y una cirugía. Sin embargo, este año, el linfoma reapareció, y lo obligó a someterse nuevamente a un tratamiento de quimioterapia para eliminarlo de su organismo. 

“Durante su tratamiento son varios ciclos de atención. Ellos más o menos están entre seis a un año de proceso, ellos ingresan cada 20 a 30 días acá, descansan en sus casas y posteriormente se da la continuidad de la atención en ese paciente”. Informó Diana Paola Páez, quien se desempeña como enfermera coordinadora de Hemato-Oncología del HIC.

Pese a su situación de salud, Carlos cuenta con un apoyo incondicional, su alma gemela, quien ha sido el soporte en tiempos difíciles. Susana Orejanera lo acompaña en esta batalla que es soportada por la fe y el amor.

La única esperanza es que la quimio nos funcione, realmente, entonces en eso estamos. Yo estoy viviendo con él desde los 22 años, entonces fíjate, es una vida completa pegada a él, entonces a uno ya le hace falta hasta para respirar

Es la primera vez que en la institución se lleva a cabo un matrimonio, sin embargo, voceros de la entidad aseguran que es una puerta abierta para que se realicen nuevos eventos que, como aquel matrimonio, devuelva la esperanza a los pacientes.

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