Confidencial: ¿Presidentes de La U y Conservador sabían que sus congresistas iban a firmar la ponencia de la reforma a la Salud?

El viernes antes de Semana Santa pasó algo que se pareció a episodios problemáticos de la historia de la relación entre gobiernos y el Congreso en Colombia. Con la firma de congresistas de la Comisión Séptima, fue radicada la ponencia no acordada de la reforma a la Salud. Hubo una firma del Partido de La U que la puso el representante Camilo Ávila; otra del Partido Conservador que la hizo Gerardo Yepes; y otras del Partido Verde, el Pacto Histórico y Comunes. 

La sorpresa se dio con Ávila y Yepes. Ninguno de los dos congresistas suelen resaltar en la opinión pública o en los debates en el Congreso. El primero, Ávila, es graduado como bachiller y técnico agropecuario del Vaupés en donde ha desarrollado algunas empresas. El segundo está haciendo el décimo semestre de derecho, es licenciado de educación básica primaria y tiene una maestría en dirección y administración de empresas de la Universidad Internacional de La Rioja en España, de acuerdo con la información del observatorio del Congreso de la Universidad de Los Andes.

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Ambos hicieron lo impensable en política. Firmaron una ponencia del Gobierno sin autorización de sus partidos y supuestamente sin que los directivos de las colectividades supieran. Lo que les pudo haber significado una sanción seria por la disciplina de bancadas, fue ignorado con celeridad por sus partidos. Este martes 11 de abril ambos partidos hicieron sus respectivas bancadas y decidieron aceptar negociar con el Gobierno sobre la base de 130 proposiciones con la ponencia que fue radicada en la Comisión Séptima. También decidieron que en adelante para la reforma las decisiones serán en bancada. Sin embargo, ni Dilian Francisca Toro ni Efraín Cepeda anunciaron sanciones a sus congresistas por firmar la ponencia de manera oculta, sin autorización y sin consultarlo. 

Fuentes que han estado directamente implicadas en las conversaciones entre el Gobierno y los partidos dijeron a noticiasrcn.com que es posible que los líderes de ambos partidos supieran de las firmas para que el debate pudiera iniciar en el Congreso, pero dando otro mensaje a la opinión pública. La presidenta del Partido de La U, consultada sobre esas versiones, dijo que son “simples especulaciones”.

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Sin embargo, es sabido que Toro quiere repetir gobernación en el Valle del Cauca y para ello necesitaría el apoyo del Gobierno. Y el Partido Conservador que cambió de presidente de Carlos Hernán Trujillo a Efraín Cepeda se ha mantenido neutral en las discusiones sobre las propuestas del Gobierno. Pero recientemente nombraron a Roger Carrillo, cercano a Cepeda, como presidente de Coljuegos vía Ministerio de Hacienda. 

A pesar de que Ávila y Yepes se saltaron la disciplina de partidos y decidieron a cuenta propia que firmarían la ponencia del Gobierno sin que sus partidos tomaran una decisión, no hubo ninguna consecuencia para ellos y, por el contrario, La U y Conservadores eligieron seguir en la negociación sobre la ponencia radicada, pero aseverando con vehemencia en los micrófonos de los medios que si el Gobierno no acepta las centenares de proposiciones, votarán negativamente la reforma.

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De otro lado, el Partido Liberal parece ser el único de la coalición de Gobierno que se apartará de la reforma por decisión del expresidente Gaviria. 
Lo que se conoce como “lentejiada” en el Congreso, que el Gobierno elija ir por uno a uno de los votos de los congresistas sin consultar con los partidos, funcionó para la radicación de la reforma en la Comisión Séptima y ahora se tendrá que lograr acuerdos con La U y Conservador para poder pasar la reforma en las plenarias. Los detalles estarán en las proposiciones que harán un debate técnico y difícil de digerir para la opinión por su cantidad. Muchos se siguen preguntando si realmente Toro y Cepeda no sabían que sus congresistas iban a firmar, o si estos últimos lo hicieron sabiendo que no iba a haber sanciones en su contra, como en efecto ocurrió.