Toma del Palacio de Justicia | Los misterios alrededor de la muerte de los trabajadores de la cafetería
40 años se completaron desde aquellos trágicos días de noviembre que marcaron un antes y después en la historia de Colombia.
Noticias RCN
08:57 p. m.
Cuatro décadas después de la Toma del Palacio de Justicia, 16 familias continúan sin conocer el paradero de sus seres queridos desaparecidos el 6 y 7 de noviembre de 1983. Entre ellos se encuentran Cristina del Pilar Guarín y Carlos Augusto Rodríguez Vera, empleados de la cafetería del edificio judicial, cuyas historias evidencian una de las tragedias más dolorosas de este episodio histórico.
Cristina del Pilar Guarín era una joven licenciada en Ciencias Sociales que apenas llevaba días trabajando como cajera en la cafetería. Según su hermano René Guarín, ella había comentado sobre amenazas previas: “Cristina cuenta que ya había habido amenazas de que algo iba a pasar acá, de que para la visita del señor François Mitterrand, presidente de Francia, en el 85, iba a haber una toma en el Palacio de Justicia”.
¿Qué pasó con los trabajadores?
Carlos Augusto Rodríguez Vera administraba la cafetería, era un recién casado y tenía una hija de apenas 35 días de haber nacido. Su esposa recuerda: “Estaba muy contento con la llegada de su hija Alejandra. Ese día estábamos hablando del bautizo, porque ya pensábamos bautizarla en ese mes de noviembre”.
Tras los hechos, los familiares iniciaron búsquedas desesperadas. En la cafetería, uno de los pocos lugares que permitió hallar rastros, encontraron evidencias mínimas. “Al pie de la registradora encontré el carné que lo acreditaba él como empleado de la cafetería del Palacio de Justicia. No encontré ni su maletín ni sus pertenencias, solamente el carné”, relató su esposa. De Cristina apareció su ropa no incinerada, pero sus huesos sí quedaron quemados.
Las inconsistencias y dudas cuatro décadas después
Surgieron relatos sin confirmar sobre una posible complicidad de los empleados con el M-19. “Esto siempre se dijo, pero eso nunca se ha podido comprobar. Si nuestros familiares hubiesen sido cómplices, nosotros seguramente hubiésemos tenido que ir a todas esas instancias a declarar, hubieran allanado nuestras casas”, argumentan los familiares.
Testimonios indican que algunos trabajadores salieron con vida del Palacio. Hay registros de Cristina siendo reconocida por familiares en video, mientras que Carlos Augusto fue visto siendo conducido hasta la Casa del Florero. Según investigaciones posteriores, fue llevado al Cantón Norte. Allí fue torturado.
El informe de la Comisión de la Verdad determinó que rehenes calificados como "especiales" por las Fuerzas Armadas fueron trasladados a centros de operaciones donde desaparecieron.
Los restos de Cristina fueron hallados 30 años después en la tumba de otra víctima. “Este proceso fue difícil porque fue ver desaparecer a mi hermana, siendo un hombre de 22 años, y 31 años después recibo una caja pequeña con 15 fragmentos”, lamentó su hermano.
