Análisis: ¿Mayor gasto público o menor déficit fiscal? El dilema del gobierno Petro

Durante el consejo de ministros realizado este fin de semana en Villa de Leyva, Boyacá, el gabinete del presidente Gustavo Petro discutió las prioridades de la adición presupuestal para este 2023, que se estima es un monto entre 20 y 22 billones de pesos que dispondrá el gobierno para distintos objetivos.

Al finalizar la reunión el gobierno confirmó que la prioridad de dicho presupuesto se va a destinar a la reforma agraria, la infraestructura y la educación gratuita, el Ministerio de la Igualdad, la renta básica para madres cabeza de familia, vías campesinas, prevención en salud, entre otros.

Aunque concretamente todavía no se conoce cómo se procederá a utilizar dichos recursos, se ha generado la discusión alrededor de la necesidad de frenar el gasto público y disminuir el déficit fiscal, que se ha ampliado durante los últimos años en el país a niveles de alarma para algunos expertos.

Por lo tanto, en NoticiasRCN.com consultamos a un experto en materia, Eduardo Gómez, profesor de economía en City University of New York (CUNY), quien fue investigador del Banco de la República, para analizar el panorama de inversión social frente a la necesidad de detener el déficit fiscal del Estado.

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¿Cuál debería ser la prioridad del Gobierno teniendo en cuenta el alto déficit fiscal actualmente?

Este gobierno está en aprietos en temas fiscales porque desde administraciones anteriores se ha venido creciendo mucho el gasto público, con un aumento no igualitario de impuestos e ingresos al Estado, tampoco ha habido privatizaciones de empresas, entre otros factores.

Esto ha generado que realmente el déficit fiscal se ha mantenido alto año tras año y más aún sumado al incremento que hubo por la crisis económica derivada de la pandemia, que fue muy dura para Colombia y para el mundo en general.

Por lo tanto, es una deuda pública que se ha venido acumulando y ha alcanzado niveles que ya se consideran un poco peligrosos para una economía del tamaño de la nuestra la economía, pequeña y abierta.

Hay que corregir el tema del déficit fiscal, pero ¿cómo hacerlo?

El problema es que en Colombia muchos de los gastos públicos están atados por decreto, es decir, hay muchas cosas que por ley el gobierno no puede cambiar de la noche a la mañana, porque es un gasto público que viene atado de tiempo atrás y es muy inflexible para el gobierno reducir estos gastos.

Lastimosamente la parte más flexible de dichos gastos están en la parte de inversión social, entre educación, salud pública y demás. Entonces, lo que hacen los gobiernos tradicionalmente es reducir el gasto social, la parte más vulnerable que se puede modificar de forma más accesible.

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Sobre destinar recursos al ministerio de La Igualdad de esta adición presupuestal, el experto advierte que aumentar la burocracia y los recursos que se deben destinar a este tipo de proyectos, que, además de significar un alto costo, reducen la flexibilidad del gobierno para poder incluso destinar ese recursos a la reducción el déficit fiscal sin afectar la parte de inversión social.

“Yo creo que no es el momento de aumentar la burocracia del país, es algo que me parece un error porque aumenta los gastos atados que tiene el gobierno”.

Además, según el experto, se debe repensar gran parte de la inversión social, en una inversión más efectiva y productiva.

“A mí me parece que los programas como, por ejemplo, Familias en Acción y Jóvenes en Acción están muy bien intencionados, pero generan un paradigma a la política pública. Yo creo que se debería mover la política pública más hacia una política que se enfoque en una educación pública fuerte y en generar oportunidades de trabajo para personas con bajos niveles de capacitación”.

Una estrategia destinada a los jóvenes especialmente que son los más afectados por el tema del desempleo, entonces, en resumidas cuentas, se tiene que ser más eficiente en la inversión pública, para invertir más en pro de las realidades del país.

Y, por otra parte, el Gobierno tendría que hacer un esfuerzo grande en no aumentar la nómina burocrática, por el contrario, si se puede reducir el tamaño del Estado en cuanto a contratación pública y demás, podría ser una buena estrategia porque ese gasto atado no permite que se solucione el tema fiscal a largo plazo en Colombia.