Los riesgos que enfrentan las empresas por fallas de conectividad
La conectividad se perfila como uno de los mayores desafíos operativos para las empresas en 2026.
Noticias RCN
12:48 p. m.
A medida que se acerca 2026, la conectividad digital se consolida como uno de los principales riesgos operativos para las empresas.
Ya no se trata solo de contar con internet, sino de garantizar estabilidad, velocidad y continuidad en un entorno donde cada segundo de falla puede traducirse en pérdidas económicas significativas.
La conectividad, un riesgo operativo que ya genera pérdidas millonarias
Diversas estimaciones del sector tecnológico advierten que un retraso de apenas un segundo en la carga de una aplicación puede reducir las conversiones hasta en un 7 % y afectar la satisfacción de los clientes en más de un 15 %.
El impacto de una caída de sistemas va mucho más allá de lo técnico. Estudios internacionales, como los de IBM, señalan que para el 98 % de las organizaciones una hora de inactividad supera los US$100.000 en pérdidas, y en más de un tercio de los casos los daños pueden sobrepasar el millón de dólares.
Estas cifras cobran mayor relevancia en un contexto donde la nube, la inteligencia artificial, el análisis de datos y el Internet de las Cosas se integran cada vez más a los procesos críticos del negocio.
La latencia, es decir, el tiempo de demora que experimentan los datos al viajar a través de la red, ya no es un término exclusivo para gamers: es un indicador operativo, dijo Fernando Maturana, gerente general de Gtd Colombia.
En Latinoamérica, y particularmente en Colombia, el desafío es mayor. Persisten brechas entre la infraestructura prometida y la que realmente opera dentro de las empresas.
Redes internas mal dimensionadas, enlaces saturados y la ausencia de acuerdos claros de nivel de servicio convierten la conectividad en un obstáculo frecuente para la transformación digital, tanto en pymes como en grandes industrias.
Expertos del sector coinciden en que la latencia —el tiempo que tardan los datos en viajar por la red— dejó de ser un concepto técnico aislado para convertirse en un indicador clave de desempeño.
En actividades como la automatización industrial, la atención médica remota o los servicios financieros en tiempo real, milisegundos de retraso pueden marcar la diferencia entre una operación fluida y un fallo costoso.
En muchos proyectos el punto de inflexión llega cuando el cliente pone en la mesa cuánto le cuesta una hora parado”, explicó el Gerente general de Gtd Colombia.
El problema, advierten analistas, no se limita al ancho de banda contratado. La arquitectura de red, la redundancia, la capacidad de respuesta ante fallas y la gestión del tráfico son factores determinantes.
Por qué las empresas deben tratar la red como un activo estratégico rumbo a 2026
Cuando estos elementos no están bien estructurados, aparecen microcortes que muchas veces pasan desapercibidos, pero que deterioran la productividad, generan sobrecostos y afectan la experiencia del usuario.
De cara a 2026, el reto para las empresas será asumir la conectividad como un componente de gestión de riesgos y no como un gasto secundario.
Las interrupciones ya no solo afectan correos o reuniones virtuales: hoy comprometen cadenas de suministro, plataformas de atención al cliente, transacciones financieras y sistemas basados en inteligencia artificial que forman parte del día a día empresarial. La pregunta ya no es si la conectividad fallará, sino cuánto está dispuesta una organización a perder cuando eso ocurra.


