SIC sanciona por llamadas comerciales insistentes: ¿hasta dónde es legal contactar a los usuarios?
La Superintendencia de Industria y Comercio impuso una multa millonaria por realizar llamadas reiteradas sin autorización previa de los usuarios.
Noticias RCN
08:03 p. m.
En Colombia, miles de personas comparten una misma molestia diaria: contestar el teléfono y descubrir que no es una llamada personal, sino una oferta comercial no solicitada. La situación llegó a tal punto que muchos prefieren no responder números desconocidos.
Esa práctica reiterada de algunas empresas motivó a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) a investigar, y recientemente sancionó a una compañía de telefonía móvil con una multa de 670 millones de pesos.
Según la SIC, la empresa realizó llamadas en distintos horarios, de forma insistente, sin contar con el consentimiento expreso de los usuarios para recibir publicidad. Para la entidad, este comportamiento afecta la tranquilidad de las personas y vulnera el adecuado manejo de sus datos personales.
“Se realizaron llamadas reiteradas sin autorización, lo cual constituye una violación a la intimidad y al uso debido de los datos personales”, señaló la Superintendencia.
¿Cuándo una llamada se convierte en abuso o acoso?
La ley colombiana establece que ninguna empresa puede utilizar datos personales para ofrecer servicios o productos si el usuario no ha dado una autorización clara, previa y verificable. En caso contrario, la llamada se considera una práctica indebida.
Además, desde 2023 está en vigencia la llamada “Ley Dejen de Joder”, que fijó horarios estrictos para llamadas comerciales y de cobranza:
- De lunes a viernes: entre 7:00 a. m. y 7:00 p. m.
- Sábados: entre 8:00 a. m. y 3:00 p. m.
- Domingos y festivos: está prohibido llamar para ofrecer productos o cobrar.
Esta regulación busca proteger la intimidad y el tiempo personal de los ciudadanos, sin impedir la actividad comercial, pero sí limitando los excesos.
Para quienes sigan recibiendo llamadas no autorizadas, la SIC recomienda solicitar el retiro inmediato de bases de datos y, si la situación continúa, radicar una queja formal ante la entidad.
El debate de fondo apunta a un tema clave en la era digital: la privacidad es un derecho, y los datos personales no son mercancía libre para usar sin permiso.

