11.000 personas resultaron intoxicadas por programa estatal de comidas gratuitas
La inicativa prometía combatir la malnutrición, que ha generado problemas de crecimiento en más del 20% de los niños indonesios.
Noticias RCN
AFP
01:59 p. m.
Lo que comenzó como una de las iniciativas sociales más ambiciosas del gobierno indonesio para combatir la desnutrición ha terminado generando una grave crisis sanitaria.
El programa nacional de comidas gratuitas, impulsado por el presidente Prabowo Subianto desde enero, ha estado detrás de casi la mitad de los casos de intoxicación alimentaria registrados en el país durante 2025, según reconoció un alto funcionario del propio Ejecutivo.
De las 11.000 personas intoxicadas, al menos 600 terminaron en el hospital:
Dadan Hindayana, director de la agencia BGN —encargada de supervisar el plan— informó ante el Parlamento que más de 11.000 personas han resultado intoxicadas desde el inicio del programa, de las cuales más de 600 tuvieron que ser hospitalizadas. En total, “de los 441 casos registrados de intoxicación alimentaria, el programa de comidas gratuitas representa 211 incidentes, o el 48% de los casos”, precisó el funcionario.
La causa responsable de los brotes, añadió Hindayana, ha sido la contaminación bacteriana: “La mitad de los casos de intoxicación alimentaria se debieron a contaminación por E. coli”. A pesar de los problemas, el plan sigue en marcha y continúa operando más de 14.000 cocinas distribuidas por todo el país, que hasta noviembre habrían alimentado a más de 42 millones de personas.
Más del 20% de los niños indonesios tienen problemas de crecimiento por la malnutrición:
Lanzado con la meta de reducir la desnutrición infantil, el programa busca paliar un problema de fondo que afecta a millones de familias. La inseguridad alimentaria sigue siendo un desafío persistente en Indonesia, donde más del 20% de los niños sufre retraso en el crecimiento por malnutrición.
El Gobierno aún no ha anunciado medidas concretas para corregir las fallas sanitarias detectadas, pero la magnitud de las intoxicaciones ha puesto en entredicho la gestión de un proyecto que, pese a sus intenciones, enfrenta el reto de recuperar la confianza del público.

