Irán ejecutó a periodista disidente capturado el año pasado

La república islámica dijo el martes que su Corte Suprema había confirmado la sentencia de muerte contra Zam por su papel en las protestas contra el poderiraní en 2017 y 2018.  Fue capturado en 2019 después de años de vivir en el exilio en Francia. Su canal, Amadnews, tenía más de un millón de seguidores.

La televisión estatal dijo que Zam, "director de la red contrarrevolucionaria Amadnews, fue colgado esta mañana".

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Hijo de un clérigo chiíta reformista, Zam huyó de Irán y recibió asilo en Francia. En octubre de 2019, la guardia revolucionaria iraní aseguró que había atrapado a Zam en una "compleja operación usando inteligencia de engaño" sin decir dónde tuvo lugar.

Nour News, una agencia de noticias cercana a la guardia revolucionaria, dijo la semana pasada que Zam fue detenido por agentes de la guardia después de que viajó a Irak en septiembre de 2019, y fue llevado a Irán.

Funcionarios iraníes han acusado a Estados Unidos, además de Arabia Saudita, rival regional de Teherán, y opositores al gobierno que viven en el exilio, de agitar las protestas por la mala situación económica que comenzaron a fines de 2017.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia aseguró en un comunicado: "Francia condena en los términos más fuertes esta grave violación de la libertad de expresión y de prensa en Irán. Es un inaceptable acto de barbarie que contradice los compromisos internacionales del país".

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El grupo de derechos de los periodistas Reporteros Sin Fronteras (RSF) condenó la ejecución.

"RSF está indignado por este crimen nuevo de la justicia iraní y considera que (el líder supremo, el ayatola) @ali_khamenei es el autor intelectual de esta ejecución", tuiteó el grupo.

Amnistía Internacional dijo estar "conmovida y horrorizada" por la acción iraní.

"Llamamos a la comunidad internacional, incluyendo los estados miembros del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y a la UE, a que tomen medidas inmediatas para presionar a las autoridades iraníes a fin de detener su escalada en el uso de la pena de muerte como arma de represión política", dijo el grupo de derechos en un comunicado.

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El proceso de Zam empezó en febrero. En junio, fue declarado culpable de todos los cargos de los que se le acusaba: "corrupción en la tierra", uno de los más graves en la República Islámica --que puede ser castigado con la pena capital--, "delitos contra la seguridad interior y exterior del país", "espionaje para los servicios de inteligencia franceses" e insulto al "carácter sagrado del islam".

Con al menos 251 ejecuciones en 2019, Irán es, después de China, el país que más recurre a la pena capital, según el último informe mundial sobre la pena de muerte de Amnistía Interancional.