Kéfir: estos son los beneficios de la bebida fermentada para su salud
Más que una moda: los beneficios del kéfir respaldados por la ciencia
Noticias RCN
02:01 p. m.
El kéfir, una bebida fermentada de origen milenario, ha ganado popularidad en el mundo de la salud y el bienestar.
No se trata solo de una tendencia pasajera, sino de un alimento con un perfil nutricional excepcional respaldado por la ciencia. Su consumo regular puede aportar una serie de beneficios que impactan positivamente en el organismo.
¿Qué es el kéfir y por qué es tan beneficioso?
El kéfir es el resultado de la fermentación de la leche (o incluso de agua con azúcar) con gránulos de kéfir, una colonia de bacterias y levaduras.
El kéfir es rico en probióticos, que son microorganismos vivos que, al ser ingeridos en cantidades adecuadas, confieren un beneficio para la salud del huésped. Esta es la principal razón de sus notables propiedades.
El consumo de kéfir se ha asociado con un mejor estado de la microbiota intestinal. Un estudio publicado en la revista Frontiers in Microbiology señala que la diversidad microbiana del kéfir puede ser mayor que la del yogur tradicional.
Los probióticos presentes en el kéfir ayudan a equilibrar la flora intestinal, lo que a su vez puede mejorar la digestión, reducir el estreñimiento y fortalecer el sistema inmunitario.
De hecho, investigaciones del Centro Nacional de Información Biotecnológica de EE. UU. (NCBI) sugieren que la ingesta de kéfir puede ayudar a reducir los síntomas del síndrome del intestino irritable (SII).
¿Cómo contribuye el kéfir al bienestar general?
Más allá de la salud digestiva, los beneficios del kéfir se extienden a otras áreas del cuerpo.
Se ha observado que sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias pueden contribuir a la protección contra enfermedades crónicas.
Una investigación del Journal of Dairy Science encontró que los compuestos bioactivos en el kéfir tienen un efecto antiinflamatorio significativo.
Además, el kéfir es una excelente fuente de calcio, magnesio y vitamina K2, nutrientes esenciales para la salud ósea. Para las personas intolerantes a la lactosa, el kéfir de leche es a menudo una opción viable.
Durante el proceso de fermentación, las bacterias consumen gran parte de la lactosa, lo que lo hace más fácil de digerir.
El kéfir también puede ser una herramienta útil para quienes buscan controlar su peso, ya que su alto contenido de proteínas y probióticos puede aumentar la sensación de saciedad.
Su papel en el fortalecimiento del sistema inmunitario, la mejora de la salud digestiva y la contribución a una flora intestinal equilibrada lo convierten en un aliado valioso para una dieta sana y balanceada.


