Usuarios de la Nueva EPS denuncian que tienen que esperar hasta cinco meses por sus medicamentos
Los usuarios aseguran que el desabastecimiento de alimentos los ha llevado a costear medicinas con valores de hasta 500.000 pesos.
Noticias RCN
03:50 p. m.
La crisis del sistema de salud en Colombia continúa y parece no acabar. Noticias RCN conoció los testimonios de varios usuarios de la Nueva EPS que enfrentan un desabastecimiento crónico de medicamentos.
Usuarios de la Nueva EPS llevan cinco meses sin recibir sus medicamentos
Según sus versiones, la entidad les indica que no cuentan con medicamentos y, por tanto, se ven obligados a cubrirlos con recursos propios. Incluso, tienen que costear tratamientos esenciales cuyo valor supera su capacidad económica.
La respuesta que reciben en los puntos de atención es recurrente: “hace cuatro semanas no les llega pedido de medicamento. Que están trabajando con las existencias que tienen, que no saben qué van a hacer cuando se les acaben”, aseguró Carolina Valencia, hija de un paciente de la Nueva EPS.
Cabe mencionar que el desabastecimiento no se limita a medicamentos convencionales. Pacientes con necesidades médicas especiales también sufren las consecuencias.
“Tengo una bolsa de colostomía y no me las han dado. Me dieron solo bolsas y barreras, no. ¿Yo para qué quiero bolsas si no tengo barreras?”, manifestó Blanca Hernández, también paciente de la Nueva EPS.
La dimensión económica del problema resulta devastadora para quienes dependen de pensiones mínimas. Los costos mensuales de los medicamentos que deben adquirir por cuenta propia superan los 500.000 pesos.
Usuarios de la Nueva EPS enfrentan desabastecimiento de medicamentos
Los usuarios afectados expresaron su total indignación e indefensión ante el Estado. Aseguran que no pueden hacer nada y que la impotencia y el estrés derivados de este incumplimiento afectan adicionalmente las defensas del organismo.
Mientras las autoridades competentes no ofrecen respuestas claras, miles de pacientes continúan esperando medicamentos vitales, enfrentando una doble condena: la enfermedad y el abandono institucional.

