¿Por qué algunas personas siempre eligen parejas que las hacen sufrir?
La razón psicológica por la que muchas personas siempre eligen parejas que las hacen sufrir.
Noticias RCN
07:40 p. m.
En muchas consultas de terapia y relaciones de pareja, aparece una pregunta recurrente: ¿por qué alguien vuelve una y otra vez hacia relaciones destructivas? Esa tendencia a escoger parejas que causan dolor no necesariamente revela poca autoestima pura, sino una compleja combinación de factores emocionales, modelos internos, patrones aprendidos y mecanismos inconscientes que operan en lo profundo.
Las razones detrás de las parejas que causan dolor
Una de las explicaciones más robustas proviene de la teoría del apego adulto. Las experiencias con padres y tutores moldean estilos de apego seguros, ansiosos, evitativos o desorganizados que luego influyen en la forma como las personas se vinculan en la adultez.
En particular, quienes tienen apego ansioso o desorganizado tienden a tolerar comportamientos conflictivos o abusivos en pareja, con la esperanza implícita de obtener cercanía o reconciliaciones.
Estudios en Psicología muestran que la inseguridad en el apego está relacionada con dificultades en la regulación emocional dentro de relaciones íntimas.
Otro concepto que ayuda a entender este fenómeno es la compulsión a la repetición: algunas personas, de manera inconsciente, tienden a recrear dinámicas del pasado, particularmente momentos dolorosos o traumáticos con el objetivo de “dominar” esas experiencias o corregirlas. En muchos casos, esto se expresa repitiendo vínculos dañinos.
¿En qué medida el trauma o el historial familiar influyen en esa elección?
El trasfondo familiar y las vivencias tempranas juegan un rol clave. Si en la infancia se vivieron ambientes cargados de conflicto, abuso emocional o negligencia, la persona puede internalizar la idea de que el amor y el dolor están mezclados. Al crecer, sin modelos sanos de afecto, puede sentirse “más familiar” lo tóxico que lo saludable.
En esos casos, la persona podría incluso deslegitimar o no reconocer señales de maltrato en la relación adulta.
Adicionalmente, el fenómeno de trauma bonding o vinculación traumática explica cómo alguien puede desarrollar una fuerte conexión emocional con quien le hace daño, alternando episodios de agresión con momentos de aparente reconciliación. Esas fluctuaciones crean una dependencia emocional difícil de romper.
El ciclo del abuso que alterna tensión, agresión, disculpas y calma aparente refuerza la esperanza de cambio y atrapa a la persona en la ilusión de “puede mejorar”.
¿Qué otros factores psicológicos mantienen la elección de parejas que hacen sufrir?
- Baja autoestima y autovaloración: muchas veces quien repite estos patrones no se ve merecedor de un trato amoroso estable y respetuoso, lo que facilita tolerar humillaciones o desprecios.
- Distorsiones cognitivas: creencias como “él/ella cambiará”, “estoy exagerando” o “me lo merece” sirven para justificar la permanencia en situaciones tóxicas.
- Miedo al abandono o soledad: el temor profundo a quedarse solo lleva a aferrarse a relaciones aunque dañinas.
- Incapacidad para marcar límites: si no se aprendió a decir “no” o a respetar los propios límites, es más probable aceptar conductas abusivas o desbordantes con tal de mantener el vínculo.
- Refuerzo intermitente: los momentos afectuosos, disculpas o gestos de amor tras episodios de conflicto refuerzan la permanencia, como ocurre en conductas adictivas.
La elección repetida de parejas que hacen sufrir refleja una convergencia de factores: estilos de apego inseguros, heridas del pasado, compulsión a repetir lo conocido y mecanismos psicológicos de mantenimiento (autojustificación, dependencia emocional, miedo a perder).


