Atraco en Bogotá: asesinato de estudiante expone crisis de seguridad y justicia en Colombia
Andrés Nieto, exsubsecretario de Seguridad de Bogotá, advirtió que cuando los delincuentes son enviados a prisión, las cárceles terminan funcionando como “universidades del crimen”.
Noticias RCN
07:29 a. m.
La muerte de un joven estudiante durante un atraco en Bogotá encendió nuevamente las alarmas sobre la inseguridad en la capital y las profundas fallas del sistema judicial colombiano.
El hecho, ocurrido pese a rondas de vigilancia y a la identificación previa de los delincuentes, ha generado pánico entre los ciudadanos, quienes sienten que cualquiera podría ser víctima de un crimen similar.
El exsubsecretario de Seguridad de Bogotá, Andrés Nieto, lamentó lo sucedido y señaló que “hoy en Bogotá es rentable delinquir y el gran talón de Aquiles de la seguridad es la justicia”. Según el experto, de cada diez capturas realizadas, siete terminan en libertad, lo que envía un mensaje de impunidad tanto a los delincuentes como a la ciudadanía.
Justicia débil y cárceles como “universidades del crimen”
Nieto explicó que, aunque las autoridades ya tenían identificados a los responsables e incluso contaban con videos de varios robos, la captura no se concretó por la exigencia de acumular pruebas suficientes para que los jueces no los dejaran libres. Este proceso puede tardar meses, tiempo en el cual los criminales continúan operando.
Una encuesta de la Universidad Libre y la Universidad Central reveló que siete de cada diez bogotanos no confían en la justicia y tres estarían dispuestos a armarse para defenderse.
El exfuncionario advirtió que incluso en el mejor escenario, cuando los delincuentes son enviados a prisión, las cárceles terminan funcionando como “universidades del crimen”, donde los reclusos se especializan y fortalecen sus redes delictivas.
Menores en bandas y ausencia de justicia restaurativa
El caso también involucra a un menor de edad, lo que evidencia otro vacío jurídico. Según Nieto, en Colombia el 33% de las bandas delincuenciales están conformadas por familias que enseñan a delinquir a los menores. Además, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) no ha implementado el modelo de justicia restaurativa para jóvenes, pendiente desde hace más de dos años.
Para el exsubsecretario, la combinación de menores delincuentes, proliferación de armas, ausencia de un plan de seguridad claro y una policía que enfrenta sola estos desafíos constituye “el cóctel perfecto para la criminalidad” en Bogotá y en el país.


