Revelan el método con el que el Tren de Aragua ocultaba el dinero de las extorsiones y venta de droga
Dos hermanos estaban detrás de mover el dinero bajo una particular forma.
Noticias RCN
07:31 p. m.
El Tren de Aragua es una estructura criminal que en el último tiempo ha extendido sus tentáculos en el continente.
Originaria de Venezuela, la banda está presente en los países de la región; incluyendo Colombia. Algunos de los sitios en donde se ubican sus miembros son Bogotá, Medellín y Cúcuta.
Los hermanos que escondían el dinero: así lo hicieron
Justamente en estas ciudades se dio un importante golpe en las últimas horas. Las autoridades capturaron a dos hermanos que estaban detrás de esconder el dinero de la estructura. Les incautaron cuatro discos duros, tres tarjetas SIM, dos microSD, una tableta, una USB y 1.240.000 millones de pesos en efectivo.
Estos hombres, identificados como Félix Eduardo y Félix Alfredo Herrera Durán; recibieron la orden de mover el dinero para que no levantara sospechas. Las rentas ilícitas entonces estuvieron en medio de criptoactivos y billeteras virtuales.
La plata provino de la venta de droga y extorsiones. Los hermanos, entonces, tenían a su disposición dos casas de cambio, las cuales no contaban con autorización de la Superintendencia Financiera.
Las millonadas que se movieron
Bajo esta modalidad, pudieron movilizar grandes cantidades de dinero. Las investigaciones revelaron que se hizo con operaciones fraccionadas y transacciones al extranjero de remesas.
Al parecer, hubo más de 11.270 millones de pesos implicados en este accionar. Se cree que de este monto, $4.500 millones se invirtieron en criptomonedas o quedaron fragmentados.
Desde febrero de 2024, la Defensoría ha alertado sobre el peligro que genera el Tren de Aragua en Bogotá. Su presencia data de hace casi siete años, siendo más visible en Mártires, Santa Fe, Puente Aranda, Candelaria, Antonio Nariño, Tunjuelito, Chapinero, Teusaquillo y Barrios Unidos.
Aparte del cobro de extorsiones y venta de sustancias, los miembros están detrás de redes de trata de personas, explotación sexual, uso de menores de edad, asesinatos y porte de armas.

