Jóvenes fueron robados por sujetos armados en una finca de Melgar: una víctima contó detalles
Una de las víctimas contó detalles de lo ocurrido. Al parecer, el sitio carecía de seguridad.
Noticias RCN
05:43 p. m.
Mucho cuidado con los lugares que alquila por internet para pasar unos días de descanso. A pesar de las buenas calificaciones, no están exentos de los ladrones.
Óscar Riaño y otros 12 amigos salieron de Bogotá para pasar tres días en una finca de Melgar, por la que pagaron $1.200.000. La pesadilla ocurrió en la última noche, cuando sujetos armados ingresaron sigilosamente para robarlos.
Fallos en la seguridad: la puerta podía abrirse fácilmente
“Nosotros alquilamos esta finca por Airbnb, no era la primera vez que usábamos esta aplicación. Era una villa adentro de un condominio privado. Sin embargo, el lugar contaba con muchas falencias respecto a la seguridad”, declaró Riaño.
El joven contó que la puerta de la villa se podía abrir desde afuera e incluso ciudadanos externos pudieron abrirla sin problema alguno. La noche previa al robo, una persona dijo ser encargada de la finca y entró para revisar la piscina.
Había varias cosas que no coincidían y daban mucha inseguridad. Gracias a la denuncia que pudimos hacer en redes sociales, encontramos algunas personas que se comunicaron con nosotros y nos contaron que también habían sido hurtadas en ese lugar.
Una persona que se estaba hospedando en la villa del lado también fue víctima de los delincuentes. Riaño contó que ella estaba durmiendo cuando ocurrió el crimen, tal y como les pasó a los jóvenes.
“La justificación del encargado de la villa fue decirles que no los querían despertar porque les daba pena. A pesar de que ellos sabían que también los habían robado y nunca los alertaron”, contó Riaño, quien no ocultó su indignación.
Víctimas cuestionan lo que les dijo el host: “Nos están culpabilizando”
Con respecto al día del robo, los jóvenes se acostaron sobre la medianoche del domingo: “Mientras estábamos descansando, estos sujetos entran a la villa por la puerta principal y sustrajeron los objetos que superan los 60 millones de pesos (había equipos de música, computadores, celulares, cámaras y maletas)”.
Riaño se despertó pasadas las 2:00 a.m. a la cocina por algo de tomar, cuando uno de los delincuentes, que estaba escondido detrás de la nevera, lo empujó. Después, salió corriendo. Ninguna de las víctimas salió a perseguir a los criminales, dado que estaban armados.
“Realmente, la seguridad de este lugar es nula y la respuesta que hemos tenido por parte de los hosts es absurda, porque nos están culpabilizando al decir que simplemente fue un descuido de dejar las puertas abiertas, cuando el lugar no cumplía con las condiciones”, concluyó.

