Playa de Belén: el colectivo de mujeres que cosecha frijol en Norte de Santander
Un grupo de mujeres se destaca en su región por emprender y beneficiarse de un proyecto productivo en el que trabajan desde hace ocho años.
Así como crecen las plantas de frijol, progresa el grupo de mujeres encargadas de labrar la tierra, que aunque árida en algunas zonas, con dedicación y esfuerzo lograron convertirla en un campo fértil en Norte de Santander.
Para Lina Tarazona, una de las integrantes de la asociación, “es como una unión cuando tenemos que hacer algo y si una no puede, la otra sí. Es un equipo muy bonito y aprendemos valores”.
Son desplazadas por la violencia, algunas madres cabeza de hogar, pero todas con un solo objetivo: ser productivas para sus familias y la región. Por eso, desde hace ocho años, 40 mujeres se dedicaron a cultivar varias especies de frijol en La Playa de Belén, en Norte de Santander.
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Según Omaida Bayona, de este proyecto se beneficia toda la región. “Somos unas mujeres echadas para adelante, manejamos el proyecto de fríjol, lo que es nuestra tierra y no nos da pena que digan que somos un grupo de mujeres cultivadoras de fríjol”, comentó.
Al igual que Omaida, siembran, cosechan, procesan y distribuyen los granos, un ejemplo de unión y perseverancia. Por lo que son conocidas como las mujeres guerreras del Catatumbo que mantienen vivo este exitoso proyecto.
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Para la próxima cosecha esperan recolectar al menos 300 toneladas del grano, buscan cerrar el segundo semestre del año con la mejor posición en el manejo agrícola comunitario.
Es así como este grupo de cultivadoras de frijol se destaca en una región donde las oportunidades son pocas para quienes deben vivir en medio del conflicto armado. Son las 40 mujeres de La Paya de Belén.