¿Por qué ocurren tantos accidentes en las minas colombianas?
A pesar de los esfuerzos regulatorios, los accidentes mineros siguen siendo frecuentes por la informalidad y la falta de control.

Noticias RCN
07:33 p. m.
La minería en Colombia sigue siendo una de las actividades económicas más peligrosas y riesgosas para los trabajadores. A pesar de los avances en normativas y controles, los accidentes mortales se repiten con frecuencia, dejando una estela de tragedias que afectan a familias y comunidades enteras.
Uno de los factores más críticos es la operación irregular o informal en muchas minas. En sitios donde no se cumplen las normas básicas de seguridad, como ventilación adecuada, sostenimiento estructural o supervisión técnica, el riesgo de derrumbes, explosiones o intoxicaciones aumenta exponencialmente. La falta de permisos o la minería clandestina impide que las autoridades puedan monitorear condiciones y garantizar protocolos esenciales para proteger la vida.
¿Por qué ocurren tantos accidentes en las minas colombianas?
Además, la precariedad en la capacitación y formación de los mineros contribuye a que no siempre se reconozcan o prevengan los peligros inherentes a esta labor. Muchos trabajadores carecen de equipos de protección personal adecuados o no están entrenados para actuar frente a emergencias, lo que agrava las consecuencias cuando se presentan accidentes.
Las condiciones geológicas complejas, sumadas a la insuficiente inversión en tecnología y maquinaria moderna, hacen que la extracción minera sea una tarea altamente riesgosa. El transporte interno deficiente, la acumulación de gases peligrosos y la falta de sistemas eficientes de evacuación son causas recurrentes de siniestros.
Finalmente, la débil supervisión estatal y la lenta respuesta frente a denuncias sobre minería ilegal permiten que estas prácticas continúen sin control. Sin un compromiso efectivo de todos los actores involucrados —gobierno, empresas, comunidades y trabajadores— las cifras de accidentes seguirán siendo altas.
La tragedia reciente en Zipaquirá, donde tres mineros perdieron la vida tras una explosión en una mina sin permisos, evidencia la urgencia de fortalecer las políticas de seguridad, aumentar la vigilancia y promover la formalización minera. Solo así se podrá reducir la cantidad de accidentes y proteger a quienes arriesgan su vida en esta actividad.