Identidades falsas en aplicaciones de reparto: alerta por nuevas modalidades de suplantación
Fraude digital en ascenso: así operan quienes usan identidades falsas en plataformas de entrega.
Noticias RCN
01:20 p. m.
El crecimiento acelerado de las plataformas de reparto ha traído consigo un fenómeno que inquieta a autoridades y empresas: se dispara el uso de identidades falsas en apps de última milla, una práctica que ha aumentado durante 2025 y que ya genera preocupación por sus implicaciones en seguridad, trazabilidad y protección de datos.
Este patrón es cada vez más frecuente en ciudades principales, donde bandas y usuarios inescrupulosos han encontrado en la suplantación un método para operar sin dejar rastro.
De acuerdo con Tech Transparency Project, compañía tecnológica y de control, los infractores no solo manipulan documentos, sino que también intercambian perfiles, prestan cuentas y utilizan fotografías alteradas para pasar los filtros de registro.
Estas maniobras permiten que personas no verificadas trabajen en rutas o accedan a información de clientes, generando riesgos tanto para los usuarios como para las marcas.
¿Por qué aumentó el uso de identidades falsas en apps de reparto?
Las empresas de la industria coinciden en que la flexibilidad del modelo y la alta demanda de repartidores han facilitado el ingreso irregular de perfiles.
En muchos casos, criminales aprovechan fallas en los procesos de validación biométrica o adquieren datos de terceros en el mercado ilegal para suplantar identidades y operar con aparente normalidad.
Según un informe realizado por Tech Transparency Project, en países como Colombia, por ejemplo, se ha documentado un “mercado negro” de perfiles de repartidores de Rappi vendidos por hasta US$160, fenómeno que también se ha extendido a otras partes de la región.
De hecho, una investigación reciente de T13 Chile reveló un mercado negro internacional que incluye la venta y arriendo de cuentas activas de repartidores en servicios como Uber Eats, PedidosYa y Rappi, con precios que varían entre US$22 a US$128, dependiendo del tipo de cuenta y su antigüedad.
No está en riesgo solo la operación logística, sino algo mucho más valioso: la confianza. Basta un caso viral de suplantación para afectar la reputación, atraer la atención regulatoria y provocar la fuga de usuarios, advirtió David Rojas, CEO de Intexus, firma latinoamericana especializada en tecnologías para la gestión de identidad.
A esto se suma que, en plataformas donde el registro es rápido y digital, algunos filtros no logran detectar documentos adulterados, lo que abre la puerta a que un mismo perfil sea usado por varias personas sin control.
Para las firmas, este panorama afecta la confianza del servicio y dificulta la investigación cuando ocurre un incidente, pues no siempre es posible identificar quién estaba detrás de la entrega.
¿Qué están haciendo las plataformas y autoridades ante esta tendencia?
Las compañías han comenzado a reforzar sus mecanismos de seguridad con verificaciones periódicas, reconocimiento facial recurrente y bloqueos automáticos en caso de inconsistencias.
Al mismo tiempo, la Policía y la Fiscalía avanzan en investigaciones sobre redes dedicadas a vender perfiles “listos para usar” en plataformas de última milla, una práctica que ha crecido a la par del aumento en la demanda de repartidores.
Expertos en ciberseguridad advierten que se dispara el uso de identidades falsas en apps de última milla debido a la facilidad con la que los delincuentes pueden replicar documentos, manipular fotografías y acceder a bases de datos filtradas.
Por eso recomiendan a los usuarios reportar comportamientos sospechosos, verificar que el repartidor coincida con los datos del sistema y mantener actualizadas las medidas de seguridad en sus dispositivos.
Frente a esta problemática, las empresas insisten en que robustecer los procesos de verificación es clave para frenar los casos.
Aun así, recalcan que la responsabilidad también recae en los usuarios y en la acción coordinada del Estado para combatir la suplantación digital, especialmente ahora que se dispara el uso de identidades falsas en apps de última milla y la tendencia continúa al alza.


