Advierten por los riesgos que corre en caso de botar los recibos de transacciones en los cajeros automáticos
Los recibos pueden ser aprovechados por los delincuentes. Tenga mucho cuidado.
Noticias RCN
06:30 p. m.
En la era de la banca digital y la creciente conciencia sobre la seguridad financiera, una práctica cotidiana y aparentemente inofensiva sigue siendo un flanco abierto para los delincuentes: desechar el recibo de una transacción de cajero automático en el basurero del mismo lugar o, peor aún, abandonarlo.
Expertos en seguridad informática y entidades bancarias han lanzado repetidas advertencias sobre los graves riesgos que implica esta simple acción, desvelando cómo un fragmento de papel puede convertirse en la pieza de un rompecabezas que los estafadores utilizan para cometer sofisticados fraudes y suplantación de identidad.
Para el usuario promedio, el comprobante impreso es solo un registro temporal del retiro, la consulta de saldo o el pago realizado. Sin embargo, para un delincuente, este documento es una mina de oro informativa.
Los riesgos que corre al botar el recibo dentro del cajero
Aunque no se imprime el número completo de la tarjeta, el recibo usualmente contiene datos críticos como los últimos dígitos de la tarjeta, la hora y fecha exacta de la transacción, el monto retirado, y, en muchos casos, el saldo disponible en la cuenta.
Esta información, por sí sola, puede no ser suficiente para ejecutar un fraude directo, pero funciona como la base perfecta para la "ingeniería social" y el "phishing" dirigido. Los estafadores combinan estos datos parciales con información obtenida de otras fuentes —como redes sociales o bases de datos filtradas— para construir un perfil creíble de la víctima.
Una de las tácticas más empleadas es el vishing (fraude telefónico) o el smishing (fraude por mensaje de texto). Tras obtener el recibo abandonado, un delincuente puede hacerse pasar por un funcionario del banco. Al conocer los últimos dígitos de la tarjeta, el saldo reciente y el monto de la última transacción, el estafador gana inmediatamente la confianza del usuario.
Recomendaciones para no caer en estafas
Ante esta creciente amenaza, las instituciones financieras y las autoridades son categóricas en sus recomendaciones de seguridad.
La medida más eficaz es, sencillamente, evitar imprimir el recibo si no es estrictamente necesario para la contabilidad personal. La mayoría de los cajeros automáticos ofrecen la opción de ver el resumen en pantalla o recibirlo por correo electrónico o mensaje de texto, alternativas que minimizan la exposición física del dato.
No obstante, si la impresión del comprobante es inevitable, la recomendación fundamental es destruirlo de manera segura antes de desecharlo. Romper el papel en pequeños fragmentos, idealmente utilizando una trituradora, o guardarlo en un lugar seguro hasta poder destruirlo en casa, son prácticas esenciales.
Nunca se debe depositar el recibo completo en el basurero del cajero automático o de la calle, ya que estos son puntos frecuentemente revisados por individuos inescrupulosos en busca de información.
Además de la gestión segura del comprobante, los expertos recuerdan otras medidas básicas de seguridad: cubrir el teclado con la mano al digitar la clave, verificar que la máquina no tenga aditamentos extraños ("skimmers") y revisar con regularidad los movimientos de la cuenta para detectar y reportar inmediatamente cualquier transacción sospechosa.

