Conmovedor: en video quedó registrado el rescate de un padre a su hija en Siria
El hombre fue en búsqueda de su hija con una linterna y de repente la vio alzando la mano.
Noticias RCN
12:53 p. m.
Los equipos de rescate en Turquía y el norte de Siria luchaban el martes contra el reloj y el frío para buscar entre los escombros a supervivientes del violento sismo del lunes, cuyo balance ya superó los 6.000 muertos.
La ayuda internacional debe empezar a llegar el martes a las zonas castigadas por el terremoto y sus réplicas. La primera sacudida, en la madrugada del lunes, alcanzó una magnitud 7,8 y se sintió hasta en Líbano, Chipre y el norte de Irak.
En Turquía, el número de muertos se elevó a 4.544, según el último balance de la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias. El vicepresidente Fuat Oktay dijo que había más de 20.534 heridos. En Siria, al menos 1.712 personas fallecieron y más de 3.640 resultaron heridas, según los balances de las autoridades de Damasco y de los equipos de rescate de las zonas rebeldes.
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En medio de la devastación, el dolor y la tristeza, momentos reviven la esperanza. Un video registró el milagroso rescate de una niña de tres años, pero lo verdaderamente conmovedor es que su padre fue parte importante dentro del rescate.
Los equipos de emergencia tras varias horas y maniobras lograron sacarla de entre las ruinas de lo que era su hogar. En Jindires, norte de siria un hombre en medio de la oscuridad utiliza la luz de una linterna y sus manos para excavar entre los escombros que tienen atrapada a una niña llamada Noor.
En cuestión de segundos unas manos pequeñitas aparecen moviéndose, mientras que la niña pregunta "¿dónde está mi mamá?". Los rescatistas van a asistirla, la tranquilizan y palabras de aliento le cuentan que su padre esta ahí.
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"(Tu) padre está aquí, no tengas miedo. Noor, por favor mírame aquí. Habla con tu padre. ¡mira! Aquí está tu padre. Habla con tu padre. Gracias a Dios por tu seguridad. Gracias a Dios por tu seguridad", decía uno de los rescatistas.
Poco a poco van sacando su cuerpo, la labor de rescate curo varias horas. Ya con luz día los socorristas de los cascos blancos aplauden tenerla entre sus brazos con vida. Cada segundo es clave para los organismos de socorro en Siria que desafían el frío helado, las réplicas y los edificios que se derrumban.
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