Neithan, el bebé de tres días de nacido que sobrevivió al paso del huracán Iota en Providencia

Aunque el panorama en la isla de Providencia, luego del paso del huracán Iota, está marcado por escombros y desolación, al recorrer sus calles también es posible conocer historias y casos que regresan la esperanza a sus habitantes, muchos de los cuales manifiestan su deseo de luchar por la reconstrucción del que consideran un paraíso.

Una de esas historias es precisamente la de Neithan, un menor de menos de un mes de nacido, que reposa sin rasguño alguno en los brazos de su madre, Nathaly Poveda, y que posiblemente es el sobreviviente más joven de la tragedia que sacudió a la paradisiaca isla hace una semana.

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“Es un milagro”, señala la madre del menor, que para la fecha del desastre tenía tres días de nacido, y que sobrevivió en los brazos de sus padres, quienes, como familia, se resguardaron al interior de un cuarto de herramientas para soportar los fuertes vientos derivados del paso del ciclón categoría 5.

“Hasta un dolor de pecho llegué a sentir”, afirma Nathaly Poveda, quien recordó la angustia que llegó a vivir con el paso del fenómeno natural, afirmando que durante la emergencia ella y su familia llegaron a sentir una presión auditiva muy fuerte, manifestando que eso los inquietó al pensar que posiblemente su hijo; recién nacido, no podría resistir. Sin embargo, afirma que el bebé permaneció tranquilo durante la emergencia, y solamente se mostró molesto en los momentos en que requería ser alimentado.

La mujer también confiesa que debido a la naturaleza del lugar que acogieron como resguardo; un cuarto de herramientas, tenía miedo de que su familia, en especial su hijo, resultara herido por la caída de algún escombro.

La madre recuerda que, pese a la tragedia, y a haber perdido su casa, se manifiesta agradecidos Dios porque ella, Neithan, su esposo y su otra hija resultaron ilesos tras la tragedia.

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“Teniendo vida podemos lograr conseguir nuestras cosas nuevamente”: voces de esperanza en Providencia

Al igual que los padres de Neithan, muchos otros isleños mantienen la fe intacta tras la tragedia del huracán Iota en Providencia, y manifiestan que pese a haberlo perdido todo, guardan la esperanza y el compromiso de poder trabajar para poder recuperar lo perdido y reconstruir su paraíso.

Johan Peñalosa es otro de los isleños que se quedó entre los escombros ayudando a limpiar la isla, y con los ojos en el futuro manifiesta la voluntad de sobreponerse al impacto económico y emocional.

Lambert Jay, otro de los isleños, recuerda que sobrevivió, en compañía de otras 6 personas, al interior de una bodega que usualmente usaban para guardar el alimento de las cerca de 300 gallinas ponedoras de su negocio de huevos, señalando que tras la tragedia solamente sobrevivieron 5 de estas, pero que lo importante radica en que, al haber sobrevivido de la tragedia, pueden levantar de nuevo su negocio, y ayudar a otros de sus coterráneos.

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“Lo material se recupera, aquí lo importante es la vida”, es otra de las frases que los isleños resilientes han tomado como bandera, para volver a recuperar el que consideraron su paraíso.

“Va a ser un impacto tanto emocional como ambiental como físico para todo el mundo. Y hay que tratar de superarlo porque va a tomar un tiempo, reconstruir Providencia, este paraíso va a tomar mucho tiempo", afirma Peñalosa, confiado en que, gracias a la solidaridad que se ha despertado en torno de la tragedia, las islas de Providencia y Santa Catalina, puedan resurgir.

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