Operación Sodoma: 10 años después del operativo que puso fin a la leyenda del 'Mono Jojoy'

Las noticias con que inició el jueves 23 de septiembre de 2010 tenían como novedad la Asamblea General de Naciones Unidas número 65, a la que asistía el presidente Juan Manuel Santos, y posibles modificaciones de la Corte Suprema de Justicia al reglamento interno para elección del Fiscal General. Sin embargo, a escasos dos minutos de las ocho de la mañana el panorama dio un giro radical. En una operación de las Fuerzas Armadas en la Macarena, Meta, había sido abatido alias el Mono Jojoy.

El primero en confirmarlo fue el ministro del Interior, Germán Vargas Lleras, y en el transcurso de la mañana el Jefe de Estado lo hizo desde Nueva York, en estos términos: “El símbolo del terror en Colombia ha caído”. Ya en ese momento se empezaban a conocer pormenores de la forma como se produjo el asalto aéreo al campamento, localizado 80 kilómetros al norte del casco urbano de La Macarena.

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Nunca una operación militar o de policía en Colombia había involucrado tal cantidad de tropa, helicópteros y aviones como las que empleó “Sodoma”: 400 integrantes de las Fuerzas Especiales y 56 aeronaves. Pero esta fue, sobre todo, la culminación de un trabajo de inteligencia que algunos estiman en cinco años de seguimiento al jefe militar de las Farc.

Oficiales del Ejército que llegaron por tierra tras el bombardeo, registrado en la madrugada del 22, recuerdan haber encontrado un campamento mucho más grande de los cálculos estimados por inteligencia: “Eso era gigante, para unos 400 hombres y no para 200 como se había dicho”

Estaba enclavado en la vereda La escalera, en un paraje que los mismos oficiales describen como “bellísimo, un paraíso, como para hacer ecoturismo”. No estaba lejos de La Julia, considerado uno de los territorios donde las Farc se sentían como en casa. Su ubicación de muy difícil acceso, y la seguridad de la que se hizo rodear, hacían impensable una acción contra quien era el jefe militar de las Farc y, además, se creía invencible. Sin embargo, un piloto del Ejército que estuvo en la primera línea de fuego dice que no era así:

“Él se pensaba invulnerable porque se escondía en nuestras selvas, resguardado por muchos anillos, pero él desconoció las capacidades de todo un país, de las Fuerzas Militares, de la Policía”

Los anillos de seguridad de este integrante del Secretariado de las Farc no solo eran amplios sino peligrosos, porque estaban dispuestos a todo para evitar cualquier intento de la Fuerza Pública por darle alcance. Incluso, al final esos anillos tenían a numerosas mujeres y a guerrilleros que descartaban veneno en los alimentos que llegaban a su mesa. Sin duda, Jojoy sentía cada vez más cerca los pasos de las Fuerzas Armadas, quienes habían eliminado a dos de sus hombres más cercanos en el lapso de dos años.

Además, se había granjeado el temor y el odio de millones de personas con la oscuridad del mito que él mismo se encargó de crear, porque Jorge Briceño, ó Víctor Julio Suárez, como en realidad se llamaba y quien se empoderó a la sombra de alias Tirofijo, aplicó la violencia sin consideración por la vida y los derechos humanos. Hay múltiples testimonios de víctimas del secuestro que así lo señalan.

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Como cabecilla militar del grupo guerrillero, y desde el Bloque Oriental dio órdenes de guerra temerarias, que pasaron por bombardeos con cilindros bomba a pueblos. Tampoco ocultó su objetivo de llevar la guerra a las ciudades y delante de las cámaras lanzó amenazas con una arrogancia que pocos mostraron.

El fin le llegó desde el aire con “Sodoma”, bombardeo que se extendió por cerca de dos horas y en la que murieron otros seis guerrilleros, incluida la compañera sentimental de Jojoy, alias Shirley. Por su parte, las fuerzas armadas perdieron a dos soldados, incorporados en las unidades élite que iban en el primer escalón del asalto.

La incursión a la zona fue de tal complejidad, que el retiro de la tropa tardó ocho días y se hizo bajo ataque constante de las Farc. Durante ese movimiento cinco soldados resultaron heridos al caer en un campo minado, el mismo donde murió Sasha, una ejemplar canina antiexplosivos considerada una guerrera en el grupo Marte del Ejército.

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Esta retirada de más de una semana, fue el capítulo final de esta operación considerada un hito en la historia de las Fuerzas Militares y de policía. Por eso, el 23 de septiembre del 2010 quedó inscrito como el día en que la palabra Sodoma pasó del libro del Génesis a los grandes titulares.

Al 'Mono Jojoy', o Víctor Julio Suárez, le quedaron en curso 105 expedientes,12 medidas de aseguramiento y 3 solicitudes de extradición. Paradójicamente, días antes de la operación “Sodoma”, un juez de Villavicencio lo había condenado a16 años de prisión por narcotráfico.

Nancy Velazco - NoticiasRCN.com