Dormir la siesta vuelve a ser protagonista: la ciencia analiza este hábito y sus efectos en la salud
La siesta se consolida como un hábito saludable: esto es lo que dicen los expertos
Noticias RCN
01:27 p. m.
Dormir la siesta está dejando de verse como un simple descanso de mediodía para convertirse en una práctica respaldada por la ciencia.
Diversos estudios, incluyendo investigaciones de la Universidad de Harvard, señalan que este hábito podría tener efectos directos en la reducción del estrés y en la mejora del metabolismo, especialmente cuando se realiza de manera controlada y con la duración adecuada.
Un artículo publicado por la Harvard Medical School advierte que las siestas cortas —de entre 10 y 30 minutos— están asociadas con una disminución significativa de los niveles de cortisol, la hormona vinculada al estrés.
Según el centro académico, este tipo de descanso breve permite que el sistema nervioso se recupere sin alterar el ciclo de sueño nocturno, facilitando una respuesta fisiológica más equilibrada durante el día.
A esta conclusión se suma una investigación de la National Sleep Foundation, que indica que quienes duermen siestas breves tienen una mejor función cognitiva, mayor capacidad de concentración y una respuesta emocional más estable. El estudio destaca que el descanso diurno puede ser especialmente útil en personas con jornadas laborales extensas o altos niveles de presión.
¿Por qué dormir la siesta mejora el metabolismo?
Dormir la siesta también se ha relacionado con un mejor funcionamiento metabólico. Un estudio publicado por el Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism encontró que breves periodos de descanso pueden favorecer la regulación de la glucosa y reducir los marcadores inflamatorios asociados con enfermedades metabólicas.
Además, un análisis realizado por la American Heart Association determinó que dormir la siesta ocasionalmente podría disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares debido a su impacto positivo en la presión arterial.
Los investigadores observaron que quienes incorporan siestas cortas presentan una recuperación más rápida después de episodios de estrés, protegiendo así la salud del corazón.
¿Cuáles son los beneficios de dormir la siesta según la evidencia científica?
Entre los beneficios más mencionados por estudios internacionales se encuentran la mejora en la memoria, el incremento del estado de alerta, una mayor creatividad y un mejor rendimiento físico y mental.
Adicionalmente, la Harvard Medical School señala que las siestas breves fortalecen la capacidad de aprendizaje y facilitan la retención de información.
Los expertos advierten, sin embargo, que las siestas deben ser cortas y en horarios adecuados. Superar los 30 minutos puede provocar inercia del sueño o interferir con el descanso nocturno, especialmente en personas con insomnio.
Dormir la siesta, cuando se hace correctamente, puede convertirse en un aliado poderoso para la salud física, mental y metabólica. La ciencia respalda este hábito ancestral y confirma que, lejos de ser una pérdida de tiempo, es una herramienta efectiva para mejorar la calidad de vida.


