Vapear puede causar daños irreversibles en niños y adolescentes, según especialistas
Cardiólogos y expertos en salud advirtieron que el vapeo no es inofensivo y podría dejar secuelas permanentes en el cerebro y el corazón.
Noticias RCN
06:26 p. m.
El consumo de cigarrillos electrónicos, cada vez más frecuente entre niños y adolescentes, se ha convertido en motivo de gran preocupación en la comunidad médica internacional.
Aunque muchos lo perciben como una alternativa “más segura” al tabaco tradicional, los especialistas aseguran que el vapeo podría generar consecuencias irreversibles en la salud cardiovascular y neurológica de los menores.
Riesgos cardiovasculares y cerebrales en aumento
Durante el encuentro anual de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC) en Madrid, la profesora Maja-Lisa Løchen, cardióloga del Hospital Universitario del Norte de Noruega, explicó que vapear estresa el sistema cardiovascular de los niños ya que eleva la presión arterial, acelera el ritmo cardíaco y endurece progresivamente las arterias.
Según citó, un estudio publicado en New England Journal of Medicine concluyó que esta práctica incrementa el riesgo de accidente cerebrovascular en un 32%.
Los efectos no se limitan al corazón ya que los expertos advirtieron que la exposición temprana a la nicotina puede alterar el desarrollo cerebral, generar dependencia y convertirse en la antesala del tabaquismo.
“La nicotina y otros elementos presentes en los cigarrillos electrónicos son muy perjudiciales en etapas críticas del desarrollo, desde la infancia hasta los 20 años”, subrayó Løchen.
Llamado urgente a regular y prevenir
Además de la nicotina, los líquidos calentados en los dispositivos pueden liberar compuestos tóxicos como formaldehído y acetaldehído, reconocidos carcinógenos capaces de dañar vasos sanguíneos y provocar inflamación.
Para la profesora Susanna Price, cardióloga del hospital Royal Brompton de Londres, aún se desconoce la magnitud del riesgo a largo plazo, pero la tendencia creciente en menores resulta alarmante.
La Dra. Charmaine Griffiths, de la Fundación Británica del Corazón, insistió en que “ningún niño o adolescente debería usar un cigarrillo electrónico”, y llamó a los gobiernos a implementar medidas más estrictas que reduzcan su atractivo.
Mientras los estudios a largo plazo avanzan, los especialistas coinciden en que no se puede bajar la guardia. Para Løchen, incluso debería considerarse una prohibición global: “Sabemos que no son inofensivos y tenemos pruebas suficientes para actuar”.

