Reflexión, dolor y llamados a la acción: análisis de La Mesa Ancha tras el asesinato de Miguel Uribe
En el marco del análisis, se advirtió que el magnicidio marca un antes y un después en el escenario electoral rumbo a la próxima presidencia.
Noticias RCN
07:36 a. m.
En un espacio cargado de análisis, debate y profunda reflexión, La Mesa Ancha de Noticias RCN abordó el impacto nacional del magnicidio de Miguel Uribe Turbay. Acompañada por los analistas Lorena Castañeda y Julio Iglesias, nuestra periodista Paola Toro dio paso a una conversación marcada por la tristeza, pero también por llamados urgentes a la unidad, la moderación del discurso político y la defensa de la democracia en Colombia.
“Debe ser muy difícil despedir no solo al jefe, sino al amigo que era Miguel Uribe”, expresó Lorena Castañeda, visiblemente conmovida. La analista recordó su cercanía personal con el senador y lamentó que, en un país donde la política “parece estar prohibida” en las conversaciones cotidianas, persista la violencia contra quienes piensan distinto.
En el programa, se hizo memoria de otros asesinatos que han marcado la historia reciente: “Hoy además son 26 años del asesinato de Jaime Garzón. El lunes 18 serán 36 años del asesinato de Luis Carlos Galán… esto es un abasto muy difícil”, subrayaron, sumando un mensaje de solidaridad a los más de 500 líderes asesinados desde 2020.
Julio, por su parte, centró su intervención en el futuro de las nuevas generaciones, al recordar las imágenes del hijo de Miguel Uribe en las exequias: “Necesitamos que esos niños crean en Colombia, que vean que vale la pena vivir y prosperar aquí. Pero es difícil con episodios como este”.
Ambos coincidieron en que el mejor homenaje al senador asesinado es defender las banderas que él enarboló: democracia, libertades y participación ciudadana. “Este crimen es también un intento de asesinar esas ideas, y si lo logran, el futuro de los niños se verá comprometido”, señaló Julio.
Un país en campaña y sin garantías
En el marco del análisis, Castañeda advirtió que el magnicidio marca un antes y un después en el escenario electoral rumbo a la próxima presidencia. “Nunca hemos tenido garantías reales para hacer política en este país. Debería ser sencillo decir lo que pienso, pero no lo ha sido”, dijo, cuestionando el clima de odio que se amplifica en redes sociales y llamando a bajar el tono del debate.
La analista expresó su preocupación por los más de 75 precandidatos presidenciales y parlamentarios que hoy sienten temor: “No quiero ser el siguiente en la lista… Miguel es el número 97 este año en dirigentes políticos asesinados. ¿Quién querría ser el 98?”.
Odio, discurso político y responsabilidades
El debate también abordó la relación entre las expresiones de odio y la libertad de expresión. Julio hizo un llamado a distinguir entre ambas y criticó el papel del Ejecutivo en la escalada de tensión: “Desde el Estado se está financiando con impuestos esas expresiones de odio, empezando por la cabeza del Estado… el ejemplo tiene que comenzar por los que tienen las máximas responsabilidades”.
Sobre este punto, enfatizó que mientras no haya cambios en los discursos desde el poder, es difícil que la sociedad modere el tono: “La responsabilidad recae sobre los que tienen más poder, y hoy ese poder está en cabeza de Gustavo Petro”.
Verdad y justicia como deuda histórica
El cierre de la conversación estuvo marcado por un consenso: sin verdad y justicia, será imposible reconstruir la confianza ciudadana. Lorena recordó que, aunque seis personas han sido capturadas por el asesinato de Uribe Turbay, aún no se conocen los autores intelectuales: “La única manera de que este país siga adelante es saber qué pasó… que las investigaciones no dependan de un sesgo político”.
Julio, pesimista sobre los resultados, advirtió que Colombia tiene una deuda histórica con la verdad: “No la tuvimos en el caso de Álvaro Gómez ni en el de Jaime Garzón. Es muy probable que en este caso tampoco… pero para seguir adelante necesitamos conocerla, no para pasar la página, sino para que no se repita”.
Un mensaje final quedó resonando en el set y en la audiencia: “Quien no conoce su historia está condenado a repetirla”.


